En 2010 al periodista alemán Peter Seewald le hizo una larga entrevista a Benedicto XVI, que después fue publicada en forma de libro bajo el título ‘La Luz del Mundo’. En esta el Papa habló de muchos temas, entre ellos la crisis de la iglesia, los casos de pederastia, los tiempos actuales, la homosexualidad y la renuncia de los pontífices.
Aquí algunas de las frases más significativas de dicho texto.
–Sorpresa ante su elección: “El hecho de que me viera de pronto frente a esa formidable tarea fue, como todos saben un shock para mí. La responsabilidad es realmente gigantesca”.
–El poder del papa: “El papa no tiene divisiones ni puede comandar. Tampoco posee una gran empresa en la que todos los fieles de la Iglesia fuesen sus empleados o subordinados. En tal ese sentido, el papa es, por un lado, un hombre totalmente impotente. Por otro lado, tiene una gran responsabilidad. En cierta medida es el jefe, el representante, y al mismo tiempo el responsable de que la fe que mantiene unidos a los hombres sea creída, que siga estando viva y que permanezca intacta en su identidad. Pero sólo el mismo Señor tiene el poder de mantener a los hombres también en la fe”.
–Renuncia al papado: “Si el papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”.
–Persecución: “La Iglesia, el cristiano, y sobre todo el papa, debe contar con que el testimonio que tiene que dar se convierta en escándalo, no sea aceptado, y que, entonces, sea puesto en la situación de testigo, en la situación de Cristo sufriente”.
–Juan Pablo II: “Yo me sé realmente un deudor suyo que, con su modesta figura, procura continuar lo que Juan Pablo II hizo como gigante”.
–Crisis de los abusos: “Todo esto ha sido para nosotros un shock y a mí sigue conmoviéndome hoy como ayer hasta lo más hondo”.
–Soluciones a los abusos: “Lo importante es, en primer lugar, cuidar de las víctimas y hacer todo lo posible por ayudarles y por estar a su lado con ánimo de contribuir a su sanación; en segundo lugar, evitar lo más que se pueda estos hechos por medio de una correcta selección de los candidatos al sacerdocio; y, en tercer lugar, que los autores de los hechos sean castigados y que se les excluya toda posibilidad de reincidir”.
–Afrontar los abusos: “Lo que nunca debe suceder es escabullirse y pretender no haber visto, dejando así que los autores de los crímenes sigan cometiendo sus acciones. Por tanto, es necesaria la vigilancia de la Iglesia, el castigo para quien ha faltado, y sobre todo la exclusión de todo ulterior acceso a niños”.
–Situación actual de la Iglesia: “La Iglesia vive. Contemplada sólo desde Europa pareciera que se encuentra en decadencia Pero ésta es sólo una parte del conjunto. En otros continentes crece y vive, está llena de dinamismo (···). Si la Iglesia dejara de estar presente, significaría un colapso de espacios vitales enteros”.
–Legionarios de Cristo (LC): “Naturalmente, hay que hacer correcciones, pero en términos generales, es una comunidad sana. Hay en ella muchas personas jóvenes que quieren servir con entusiasmo a la fe. No se debe destruir ese entusiasmo. Muchos de ellos partieron de una figura falsa, pero al final se han visto llamados a adherir a una correcta. Éste es el hecho notable, la contradicción: que, por así decirlo, un falso profeta haya podido tener un efecto positivo. A esos jóvenes hay que darles un nuevo aliento. Hace falta una estructura nueva para que no caigan en el vacío sino que, rectamente conducidos, puedan prestar un servicio a la Iglesia y a los hombres”.
–Fundador de los LC: “Para mí, Marcial Maciel sigue siendo una figura enigmática. Por una parte, una vida que, como ahora sabemos, se encuentra fuera de la moralidad, una vida de aventuras, disipada, extraviada. Por otra parte, vemos el dinamismo y la fuerza con al que construyó la comunidad de los Legionarios”.
–Sacerdotes que cohabitan con una mujer: “El problema fundamental es la honradez. El segundo problema es el respeto por la verdad de esas dos personas y de los niños a fin de encontrar la solución correcta. Y el tercero es: ¿cómo podemos educar de nuevo a los jóvenes en el celibato?”.
–Islam: “Lo reconozco como una gran realidad religiosas con la que debemos estar en diálogo”.
–Sexualidad: “Lo importante es que el hombre es alma en cuerpo, que él es él mismo en cuanto cuerpo y que, por eso, se puede concebir el cuerpo de forma positiva y la sexualidad como un don positivo. A través de ella, el hombre participa de la condición creadora de Dios. Encontrar esta concepción positiva y cuidar de ese tesoro que se nos ha dado es una gran tarea”.
–Preservativos: “Es obvio que ella [la Iglesia] no los ve como una solución real y moral. No obstante, en uno u otro caso pueden ser, en la intención de reducir el peligro de contagio, un primer paso ene l camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente, hacia una sexualidad más humana”.
–Posesiones de la Iglesia: “No es que arrojemos fuera con liviandad los bienes mientras conservan su carácter de servicio. La pregunta es por cuánto tiempo sirve una cosa realmente al conjunto. Nunca debería suceder que estemos sometidos a ella, de modo que los bienes dominen el Bien, sino siempre a la inversa”.
–Indisolubilidad del matrimonio: “Nosotros no podemos manipular esa palabra. Debemos dejarla así, aun cuando contradiga las formas de vida hoy dominantes”.
–Celibato: “Es siempre, por así decirlo, un ataque a lo que el hombre piensa normalmente, algo que sólo es realizable y creíble si Dios existe”.
–Ordenación de mujeres: “La Iglesia no tiene ‘en modo alguno la facultad’ de ordenar a mujeres. No es que, digamos, no nos guste, sino que no podemos. El Señor dio a la Iglesia una figura con los Doce, y después, en sucesión de ellos, con los obispos y los presbíteros (los sacerdotes). Esta figura de la Iglesia no la hemos hecho nosotros, sino que es constitutiva desde Él. Seguirla es un acto de obediencia”.
–La mujer en la Iglesia: “Hay tantas funciones destacadas, importantes de las mujeres en la Iglesia que no puede hablarse de discriminación. Si se contempla la historia de la Iglesia, la importancia de las mujeres -desde María, pasando por Mónica y hasta llegar a la Madre Teresa- es tan eminente que, en muchos sentidos, las mujeres plasman la imagen de la Iglesia más que los hombres”.
–Homosexualidad: “Si alguien tiene inclinaciones homosexuales profundamente arraigadas -no se sabe hasta ahora si son realmente innatas o si surgen en la temprana infancia-, y en cualquier caso si ellas tienen poder en esa persona, tales inclinaciones son para ella una gran prueba”.
–Fin del mundo: “El Apocalipsis no da ningún esquema de una posibilidad de cálculo cronológico. Justamente lo llamativo en él es que, cuando se cree que ha llegado propiamente el final, todo empieza de nuevo desde el comienzo. Lo importante es que cada tiempo se disponga para la cercanía del Señor. Que justamente nosotros, aquí y ahora, estamos bajo el juicio del Señor y nos dejamos juzgar desde su juicio”.