En el IFE, aparte de Sergio García Ramírez, cuatro consejeros electorales han comenzado a hacer sus maletas. El 31 de octubre de este año, Francisco Guerrero Aguirre, Macarita Elizondo Gasperín, Alfredo Figueroa y el presidente del ese instituto, Leonardo Valdés, concluirán su periodo.
Esto significa que, antes de que acabe el año, la relación de fuerzas dentro del árbitro electoral puede cambiar totalmente, puesto que el IFE se compone de nueve consejeros.
La última ocasión en que se eligieron consejeros, la Cámara de Diputados tardó 14 meses en seleccionar a tres miembros, dejando al Consejo General del IFE con seis de nueve consejeros.
El ex consejero electoral Arturo Sánchez señaló que ese proceso de selección va a meter otra vez a la Cámara Baja en aprietos. Indicó que quienes lleguen bajo este esquema de selección “van a ser identificados como personajes de uno u otro color y eso no le hace bien al IFE, pero mientras la ley mande eso, así será”.
El Artículo 110 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales señala que el consejero presidente del Consejo General y los otros consejeros serán elegidos por las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, de entre las propuestas que formulen los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad.
Los consejeros electorales durarán en su cargo nueve años, serán renovados en forma escalonada y, excepto el consejero presidente, no podrán ser relectos. Así lo indica la Constitución en su Artículo 41: “El consejero presidente durará en su cargo seis años y podrá ser relecto una sola vez”.
Una vez que se aprueben los nombramientos, los nuevos servidores de la democracia rendirán la protesta de ley dentro de las 24 horas siguientes a la elección; el primero que lo hará, por sí mismo, es el presidente de ese organismo y después tomará la protesta a los consejeros electos.
Otro miembro del Consejo General que concluirá su periodo es el secretario ejecutivo, éste es nombrado y removido por las dos terceras partes del Consejo General a propuesta del consejero presidente.
Arturo Sánchez dijo que en los últimos años se ha visto que el cargo de consejero es un escalón para llegar a la política. El ex consejero subrayó que en la primera generación de consejeros electorales comandados por José Woldenberg, tiene varios ejemplos de funcionarios del IFE que ni siquiera concluyeron su periodo.
Sánchez ejemplificó con el nombre de Emilio Zebadúa, que pasó a formar parte del gobierno local de Chiapas; el mismo Juan Molinar, que pasó a ser subsecretario de Estado, y Jaime Cárdenas y Gastón Luken se inscribieron en partidos y lograron ser diputados.
Por esta razón se hicieron dos modificaciones a la ley: la primera, una vez concluido el trabajo de consejero, tienen que pasar tres años para que aspire a un puesto de elección popular, o dos años para trabajar en gobierno.
El ex consejero presidente Luis Carlos Ugalde dijo que la modalidad actual de elección de consejeros es pésima, pero desgraciadamente es la menos mala.
Comentó que las alternativas son peores. “Hay quienes han dicho como Jaime Cárdenas que hay que someterlas a la votación de la gente. Hay quienes han dicho que los ciudadanos notables deben elegirlos y las dos son pésimas como soluciones, de tal forma que la menos peor es que los partidos políticos en el Congreso sean quienes lo hagan”.
Diputados prometen “esmerarse” en relevo
El coordinador parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, asentó que en el caso del IFE será en estos días cuando se “esmerarán” en la Junta de coordinación política (Jucopo) en San Lázaro para remplazar a Sergio García Ramírez, como consejero electoral tras su renuncia.
A su vez, el coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, se pronunció porque haya pulcritud y mucho cuidado en la designación de los nuevos consejeros del IFE para evitar que esta decisión se “contamine” por cuestiones personales o de partido.
Señaló que es urgente reformar la ley para cambiar el método de elección de los nuevos consejeros del Instituto, y propuso que sea similar a la forma en que se designa a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“Creo que debemos tomar algunos ejemplos, como el método Suprema Corte, en donde se presentan ternas y que no tengamos aquí una larga lista de aspirantes y que al final de cuentas solamente se complica la definición”, añadió.
Aureoles Conejo agregó que el mecanismo para la elección de los integrantes del IFE ha dejado mucho que desear, puesto que las designaciones se entrampan en el “cuotismo” o en la simpatía por un personaje. “Entonces, mientras no encuentran un perfil que responda a intereses de los grupos o de los partidos, pues retrasa terriblemente la definición de quienes irán al Consejo General del IFE”.
En este sentido, indicó que a pesar de que existe un plazo establecido buscará un acuerdo con las otras fracciones para revisar la posibilidad de que el relevo de consejeros pueda ser antes de la fecha programada, por las implicaciones que tiene para la democracia y para el país, además de evitar la relección de cualquiera de los integrantes del IFE. SUZZETE ALCÁNTARA