La familia del agente estadounidense muerto en una emboscada en una carretera mexicana en 2011 junto con otro agente que sobrevivió demandó el martes al gobierno norteamericano y a otros 20 acusados más.

 

La demanda federal se basa en un ataque a disparos cerca de San Luis Potosí, México, el 15 de febrero de 2011. Desconocidos atacaron la camioneta blindada en la que viajaban los agentes Jaime Zapata y Víctor Ávila, ambos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).

 

La emboscada ocurrió después que recogieron un equipo de otro agente. Zapata murió y Ávila fue herido de gravedad.

 

La demanda interpuesta el martes nombra a los agentes supervisores, la compañía que blindó el vehículo y a las armerías estadounidenses que supuestamente vendieron dos de las armas usadas en el ataque antes de ser contrabandeadas a México.

 

Según la demanda, Zapata y Ávila nunca debieron ser enviados a una misión peligrosa, su camioneta blindada tenía fallas y al menos dos de las armas usadas en el ataque fueron compradas en Estados Unidos y en algún momento contrabandeadas a México.

 

El día del ataque, Zapata y Ávila condujeron de la Ciudad de México a San Luis Potosí para recoger un equipo de otro agente en la oficina de Monterrey, México. Poco después de haber empezado su viaje de regreso fueron emboscados por hombres armados. Zapata detuvo el vehículo, pero los seguros se levantaron automáticamente.

 

Los hombres armados abrieron entonces las puertas. Los agentes, en su lucha por cerrarlas, accionaron los interruptores de las ventanas blindadas, que se bajaron parcialmente. Eso permitió que los atacantes abrieran fuego hacia el interior del vehículo.

 

Un sospechoso en el ataque, Julián Zapata Espinoza, será enjuiciado bajo cargos de asesinato e intento de asesinato en una corte federal en Washington. Zapata Espinoza es supuestamente miembro del Cártel de los Zetas, que según las autoridades mexicanas confundieron a los agentes con miembros de algún cártel rival.

 

Fueron recuperadas tres armas que se cree fueron usadas en el ataque, aunque sólo se ha divulgado la información de dos de ellas, según documentos de la corte.

 

Una era un fusil Draco de 7.62 milímetros, tipo AK-47. Las autoridades federales detectaron que el arma fue comprada por parte de Otilio Osorio en una armería en Texas. Osorio y su hermano fueron sentenciados a prisión por cargos de posesión de armas. Otra arma fue un rifle de asalto semiautomático estilo AK-47 adquirido en la casa de empeño JJ’s Pawn Shop en Beaumont en otra compra con prestanombres y luego contrabandeadas a México por Manuel Barba, quien también fue sentenciado a prisión.

 

Osorio, Barba y la casa de empeño están entre los demandados.

 

En una notificación de procedimiento al gobierno interpuesta el año pasado, los abogados de los agentes solicitan 25 millones de dólares para la familia de Zapata y 12,5 millones de dólares para la de Ávila. En la demanda del martes no se mencionan cifras.