CHICAGO. El nuevo “Enemigo Público Número Uno” de Chicago es un líder del narcotráfico mexicano: Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La etiqueta de Enemigo Público Número Uno fue creada para el mafioso Al Capone, pero la DEA dice que Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, es más peligroso de lo que fue el gánster de Chicago.
Es la primera ocasión que la Comisión del Crimen de Chicago utiliza esa categoría desde la Prohibición de bebidas alcohólicas en Estados Unidos.
“Desde el primer Enemigo Público Número Uno de la Comisión del Crimen de Chicago ningún otro criminal ha merecido este título más que Joaquín Guzmán”, dijo J. R. Davis, presidente de la comisión de 94 años de existencia, en declaraciones preparadas para el anuncio del jueves.
Fue la comisión del crimen la que designó a Capone enemigo público número uno en 1930. El organismo no gubernamental rastrea las tendencias delictivas en la ciudad y califica a otras personas como enemigos públicos, pero Capone era el único considerado número uno, hasta ahora.
La comisión y la oficina en Chicago de la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) harán el anuncio formal el jueves más tarde.
Jack Riley, principal funcionario de la DEA en Chicago, dijo a The Associated Press en una entrevista reciente que Guzmán se esconde en México, pero que su organización delictiva es ahora la principal proveedora de narcóticos a Chicago, por lo que de hecho él constituye un jefe mafioso para la Policía local.
Su oficina se está uniendo a la Comisión del Crimen de Chicago para poner la etiqueta a Guzmán.
“En mi opinión, Guzmán es el nuevo Al Capone de Chicago”, dijo Riley en declaraciones preparadas para el jueves.
Guzmán tiene abierto un proceso por cargos federales de narcotráfico en Chicago, la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos.
El Cártel de Sinaloa y otros cárteles mexicanos que envían droga a Chicago rara vez están relacionados directamente con los asesinatos en la ciudad, pero Riley dijo que el tráfico encabezado por el cártel es una causa subyacente de batallas territoriales entre pandillas callejeras a las que se atribuye el aumento de la tasa de homicidios.
Riley describió a Chicago como una de las ciudades más importantes para el Cártel de Sinaloa, no sólo como un destino de drogas, sino como centro de distribución para el resto de Estados Unidos.
“Aquí es donde Guzmán convierte sus drogas en dinero”, agregó.