El papa Benedicto XVI pidió hoy a los católicos rezar por él y por su sucesor en el pontificado, al dirigirse a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro para asistir a su mensaje dominical y al rezo del Angelus.

 

“Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo papa, así como por los ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana”, dijo al pronunciar los saludos en italiano.

 

Más de 100 mil personas asistieron este domingo a uno de sus últimos actos públicos como obispo de Roma y abarrotaron no sólo la plaza del Vaticano, sino también las inmediaciones.

 

En su discurso, Benedicto XVI llamó a los católicos a renovarse en el espíritu, a reorientarse decididamente hacia Dios, a renegar al orgullo y al egoísmo por vivir en el amor.

 

Desde la ventana de su estudio personal, en el tercer piso del Palacio Apostólico, recordó el pasaje bíblico de las tentaciones del demonio a Jesús en el desierto.

 

Reconoció que rechazar el mal incluye siempre una lucha, un combate espiritual, porque el espíritu del mal naturalmente se opone a la santificación de las personas y busca hacerles desviar del camino de Dios.

 

Según el papa, las tentaciones son “falsas imágenes” del hombre que -en todo tiempo- amenazan la conciencia, disfrazándose de propuestas convenientes y eficaces, incluso buenas.

 

“El tentador es astuto: no empuja directamente hacia el mal, sino hacia un falso bien, haciendo creer que las verdaderas realidades son el poder y lo que satisface las necesidades primarias”, apuntó.

 

El un nuevo tuit del papa 

 

Benedicto XVI escribió hoy un nuevo tuit en su cuenta de Twitter, @pontifex, en el que señaló que la cuaresma es un tiempo para redescubrir la fe en Dios.

 

“La cuaresma es un tiempo favorable para redescubrir la fe en Dios como fundamento de nuestra vida y de la vida de la Iglesia”, escribió el Pontífice, que hoy se retirará durante una semana de ejercicios espirituales junto a los cardenales de la curia romana.

 

El tuit lo publicó tras el rezo del ángelus dominical, el penúltimo de su pontificado, que reunió en la plaza de San Pedro del Vaticano a más de 100 mil  personas, según dijo el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, quien estuvo en la oración.