La similitud entre Brasil y México, una vez pasado el periodo de carnaval, herencia medieval con exhuberaciones afroamericanas, presenta la región una primavera constante, un donde atraviesa el verano al invierno: el cono sur.
La obra, Rodrígo S. M. con tan sólo dos meses de preparación, se inserta en el XX Festival Nacional e Internacional de Teatro Universitario. Para ello el director, Pedro Montavani (Universidad de Sao Paulo, Brasil) sostuvo un breve encuentro con alumnos del CUT que dieron como resultado una obra-puente entre ambas naciones.
Clarice Lispector (1920-1977), junto al recién fallecido Levo Ido, máximos exponentes de la generación del 45 brasileño, creó la novela “La hora de la estrella” llevada a escena por Montavani en el Centro Universitario de Teatro (CUT) en el que toma el nombre tácito, la autora, de Rodrígo S. M.
Nombre que cuestiona la legitimidad del autor, la firma de un texto donde no figura su nombre, e interroga su creación de espectador: “…porque existe el derecho al grito entonces grito, grito puro” inicia con la presencia de un cadáver del cual relata su historia.
Dice que comienza por el medio cuando da santo y seña de su historia, como tantas otras, de pobreza. La “nordestina” de quien confiesa su crimen por única vez y se excusa en la fealdad de ella. “Ella era café frío” sentencia.
“¿Quién soy?” se pregunta el actor en un relato casi monólogo donde intersectan los personajes a modo de ilustración. “Soy un hombre que gana más dinero que los que pasan hambre, lo que me convierte de algún modo en alguien deshonesto”.
Conforme avanza la obra, Rodrigo S. M. se olvida de sí para darle cuerpo a su culpa. En una habitación con un sofá, un escritorio y al fondo la cocina, escenografía de Francisco Álvarez, se desenvuelve la ciudad. Las horas de trabajo y despido, las tardes con el novio y el departamento de propios y extraños.
En una reiteración de lo que es un espectáculo, un hombre con cámara en mano va proyectando sobre una pantalla traslúcida momentos de la escena. La creación de un cuarto verde para yuxtaponer imágenes pierde sentido en esta construcción dialógica.
El director describe el proceso con las siguientes palabras: “Y ensayamos, en escena, el percibir si la culpa social por el abandono, la total incapacidad de soportar al otro de clase y la naturalización de las desigualdades no termina siendo un gesto representativo de la experiencia latinoamericana actual”.
Rodrígo S. M. la atropellará en su Mercedes Benz y tendrá como pasajero al público del Centro Universitario de Teatro los días 15, 16 y 17 de febrero.