Reconocido como uno de los principales creadores del movimiento surrealista, junto a Paul Eluard, Max Ernst, Robert Desnos, René Crevel y Louis Aragon, el escritor francés André Breton nació el 18 de febrero de 1896.

 

El artista vino al mundo en Tinchebray, Orne, y dedicó sus primeros años a la medicina y trabajó en hospitales de la ciudad; de hecho fue uno de los pioneros del movimiento psiquiátrico.

 

andre1

Foto. Especial

 

A partir de los 19 años comenzó con el estudio de la neurocirugía conforme a los postulados teóricos de Sigmund Freud, así incursionó en las artes y la literatura. De acuerdo con su biografía publicada en “redescolar.ilce.edu.mx”, Breton extendió sus intereses para crear una comunidad de poetas y artistas.

 

Formó parte del movimiento dadaísta, al tiempo que se adentró en el estudio del inconsciente. Pero no fue sino hasta 1924, año en el que rompió con Tristan Tzara, principal impulsor del movimiento dadá, cuando redactó el texto fundacional de su nuevo movimiento, el “Manifiesto del surrealismo”.

 

Breton reivindicó la liberación del mundo del subconsciente, así como una nueva estrategia para abstraerse de la lógica y la moral.

 

Además, quiso afiliar el movimiento al Partido Comunista (1927), tal y como lo expresó en su “Segundo Manifiesto surrealista” (1930), donde incluyó algunas coordenadas políticas y revolucionarias, lo que le costó varias disensiones en el grupo.

 

Su primera obra escrita fue “Los campos magnéticos”, texto en el que abordó el tema de la hipnosis, a la que le siguió su novela “Nadia”, considerada una de las mejores obras, inspirada en un encuentro con una joven desconocida.

 

La mayoría de sus trabajos y artículos fueron reunidos en “Pasos perdidos” y “Punto del día”. Además, Breton en sus obras teóricas ayudó a valorar distintos géneros literarios y a escritores poco conocidos; también publicó una antología del humor negro y homenajeó a diversos poetas.

 

 

Foto. Especial

 

El artista rompió con las ideas del dadaísmo y fue uno de los primeros en experimentar técnicas autodidactas de la escritura. Bretón, en sus obras, aportó a la humanidad nuevas formas de concebir el mundo gracias su dedicación y empeño que puso en su trabajo.

 

Para 1935, completamente alejado del Partido Comunista de su país, decidió trasladarse a México, donde elaboró su tercer manifiesto en 1941, a raíz de su relación con Trotski. Escribió “La inmaculada concepción” (1930) y “Los vasos comunicantes” (1932).

 

En 1946, de nuevo en su país, fundó nuevas revistas surrealistas, al tiempo que mostraba su oposición al realismo imperante en literatura, y en especial a Albert Camus. André Bretón murió en París el 28 de septiembre de 1966. Sus restos descansan en el cementerio de Batignolles.