El viernes pasado, el empresario Fernando López Salinas fue ejecutado por un sujeto que le disparó en seis ocasiones a quema ropa, a plena luz del día, para escapar en una motocicleta. Todo ocurrió a menos de 200 metros de la sede central de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF).
El crimen, cuya línea de investigación apunta a un ajuste de cuentas de la delincuencia organizada, ocurrió en la esquina de Génova y Hamburgo, en pleno corazón de la Zona Rosa, uno de los sitios más vigilados en toda la ciudad, tanto por la cercanía del edificio de la policía y porque se trata de uno de los corredores turístico más importantes de la capital.
El empresario era dueño de dos establecimientos que registraron incidentes. En Cuernavaca figuraba como propietario del bar Amores Perros, en el cual fueron abandonados dos cadáveres con un narcomensaje atribuible a la organización de los Beltrán Leyva en 2010. Estaba firmado por Édgar Váldez Villarreal La Barbie.
“Licenciado Fernando López Salinas, ya sabemos que metiste la gente a Acapulco, así es que cuídate pinche chaparro judio, a ver si te apuras a traicionar a Héctor (Beltrán Leyva) como traicionaste a Juan José Esparragosa ‘El Azul’”, decía el recado.
En la capital del país era apoderado del bar Gabanna, el cual fue atacado con una granada también en mayo de 2010.
El robo o algo similar está descartado. El homicida, vestido con ropa de color negro, interceptó a López Salinas y sin mediar palabra, le disparó en seis ocasiones. Posteriormente huyó en una motocicleta donde lo esperaba su cómplice con el motor encendido. Se trata de una mecánica similar a la de la ejecución del general Arturo Acosta Chaparro.
La PGJDF informó además que la víctima traía consigo una tarjeta de una asociación artística y las llaves de un vehículo negro de la marca Volvo con placas de circulación 497 WSK, estacionado en la calle de Hamburgo esquina con Londres.
En este caso, la Fiscalía de Homicidios ya pidió colaboración a la Procuraduría General de la República (PGR) así como a la Procuraduría de Michoacán, ya que el empresario estaba radicado en esa entidad.
Mateo lo mencionó en caso Añorve
El testigo protegido Mateo, quien en realidad es Sergio Villarreal El Grande, antiguo lugarteniente de los Beltrán Leyva, mencionó a Fernando López Salinas como uno de los sujetos que participó en una reunión en la que supuestamente se le entregaron 15 millones de dólares al alcalde de Acapulco, Manuel Añorve, acusación que no ha sido comprobada.
En dicha declaración ministerial, rendida el 26 de noviembre de 2010, y que el año pasado se filtró a la prensa, Mateo sostiene que la reunión se llevó a cabo en una residencia del sur de la ciudad de México y que en la misma estuvieron presentes además de Salinas y Añorve, el narcotraficante Héctor Beltrán Leyva.
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