Zona prehispánica en un primer momento, importante asentamiento de antiguos centros religiosos durante la Colonia, lugar de descanso de familias acaudaladas en el Porfiriato y ahora punto a recorrer por turistas y oriundos de la Ciudad de México, la colonia Del Valle cumple este mes su 105 aniversario.

 

Aunque fue hasta noviembre de 1908 cuando comenzó el fraccionamiento de la colonia, febrero es el mes de la fundación de una de las zonas más densamente pobladas y mejor comunicadas en la capital del país, según se reseña en el portal de internet coloniadelvalle.com.

 

En aquel año, la región se dividía en los terrenos de los antiguos ranchos de Santa Cruz, Santa Borja, Santa Rita, Tlacoquemécatl, Amores y Nápoles, nombres que se conservan actualmente y que también se registran en algunas de las calles de la colonia.

 

Con más de un centenar de años, la colonia Del Valle ha sufrido drásticas y aceleradas transformaciones a lo largo de su historia, tanto por su cercanía con el Centro Histórico como por el rápido crecimiento urbano en el Distrito Federal.

 

Durante la época prehispánica fue un centro agrícola que proveía de productos a la Gran Tenochtitlán, luego de la Conquista fue considerado por los españoles como un lugar idóneo para establecer centros religiosos, por lo que en 1564 se construyó el templo de Santo Domingo de Guzmán, y más adelante el Templo de San Lorenzo Xochimanca.

 

Con el tiempo, las familias adineradas de la época del Porfiriato coincidieron en que era un buen punto de descanso, entre ellos el entonces secretario de Hacienda, José Yves Lymantour, y la comunidad alemana que se asentó en lo que ahora es Holbein, creando la colonia Berlín.

 

Durante esta época la ciudad comenzó a desarrollarse paralelamente con esta zona, esta última comenzó a crecer hasta que se decretó como colonia, término que se empleaba para definir las nuevas urbanizaciones con todos los servicios.

 

Después de un lapso de estancamiento debido a la Revolución, comenzó a crecer aceleradamente a partir de 1920, se creó la avenida de los Insurgentes, se construyeron grandes mansiones de estilo californiano, y una década después se crearon diversos jardines y parques, entre ellos el famoso Parque Hundido.

 

Poco a poco, la colonia albergó fuentes, jardines, monumentos, templos, un estadio de futbol y la Plaza de Toros México, y al dar paso a la modernidad se construyeron el World Trade Center, el Polyforum, entre otras grandes torres comerciales, hasta lucir como hoy se aprecia.