Washington.- El procurador de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, presentó hoy una estrategia para la protección de secretos empresariales, luego que un reporte identificó a China como promotor de espionaje cibernético.
“Estamos contraatacando en forma más agresiva que antes” para prevenir, combatir y castigar esos crímenes, señaló Holder en un evento celebrado en la Casa Blanca.
Indicó que la dependencia a su cargo ha designado 40 fiscales, cuatro expertos en computación y más de 230 fiscales especialmente capacitados y ubicados en 25 unidades de Hackeo (piratería) Computacional y Propiedad Intelectual (CHIP) para combatir el ilícito.
Precisó que además participan unos 240 agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), personal de la Oficina de Inmigración y Aduanas y de otras 20 dependencias federales y agencias internacionales.
La estrategia incluye incrementar los esfuerzos diplomáticos y la cooperación internacional, en particular con países en los que se ha detectado un “alto” número de casos de robo de secretos comerciales.
Así como apoyar los esfuerzos de la industria para desarrollar las mejores prácticas a fin de proteger esa información y estimular a las empresas a compartir esos estándares.
La estrategia plantea además revisar las legislaciones que persiguen ese tipo de crímenes para determinar los cambios necesarios, así como concientizar al público sobre “las amenazas y riesgos” que representa el robo de secretos empresariales para la economía de Estados Unidos.
El procurador resaltó que el espionaje industrial no sólo pone en riesgo secretos comerciales que afectan la competitividad de empresas, el mercado laboral y a toda la economía estadunidense, sino que vulnera la seguridad nacional en sectores estratégicos.
Holder consideró que el robo de secretos comerciales se debe a que las nuevas tecnologías han derribado barreras “tradicionales” y han permitido que dichas actividades criminales se realicen desde cualquier parte del mundo.
“Un hacker en China puede adquirir códigos de una compañía de software en Virginia sin dejar su escritorio”, sostuvo.
Indicó que con la complicidad de personas dentro de las empresas, la contratación de espías cibernéticos y el involucramiento en otras actividades “ilegales”, esas entidades pueden infligir un daño “devastador” tanto a creadores individuales como a emprendedores o a las grandes compañías.