La Procuraduría General de la República (PGR) tenía abiertas dos averiguaciones previas en contra el empresario y abogado Fernando López Salinas, asesinado el viernes pasado en la Zona Rosa, por su posible vínculo con actividades de delincuencia organizada y lavado de dinero.

 

Autoridades de la dependencia federal indicaron que se trata de expedientes radicados en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) desde 2010 y en los que se presumía el presunto vínculo de López con la organización delictiva de los Beltran Leyva y La Familia.

 

Incluso, una de sus residencias, ubicada en el número 94 de la calle Rocas, en la colonia Jardines del Pedregal, delegación Álvaro Obregón, fue cateada por la Policía Federal Ministerial el 10 de octubre de 2010, y hasta el día de hoy continúa asegurada por la PGR, en el marco de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIORPIFAM/113/2010.

 

De acuerdo con las declaraciones ministeriales del testigo protegido Mateo, fue en esta vivienda donde se realizó una reunión, en la cual el narcotraficante Héctor Beltrán Leyva le entregó cerca de 15 millones de dólares al ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve. En dicho encuentro supuestamente estuvo presente el abogado asesinado.

 

La PGR también tenía en curso diversas diligencias para verificar el origen de los recursos económicos de López Salinas, quien era propietario de más de 20 vehículos de lujo y dueño o apoderado legal de centros nocturnos en el Distrito Federal, Cuernavaca y Miami. En su perfil de Facebook exhibía otros lujos.

 

De acuerdo con las fuentes consultadas, no se habían logrado reunir suficientes elementos de prueba para proceder penalmente en contra del abogado y empresario.

 

Ejecución planeada

 

Respecto al homicidio, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) presume que López Salinas fue engañado para acudir a la Zona Rosa donde supuestamente sostendría una reunión con una persona que lo había citado en una cafetería.

 

Los dos asesinos llevaban ya minutos en el lugar e incluso pagaron un parquímetro para la motocicleta que estacionaron. Cuando el homicida acribilló al abogado sobre la calle de Hamburgo, se subió a la motocicleta de su cómplice quien ya tenía el motor encendido.

 

La Procuraduría local continúa trabajando en la elaboración del retrato hablado del homicida, aunque hay dificultades por los señalamientos poco precisos de los testigos. También se solicitaron vídeos de cámaras de seguridad de otros establecimientos, además de las de Seguridad Pública.