MADRID. Miss España, el certamen que se realiza cada año desde 1960 y que busca a la más bella, está en quiebra y entra en concurso de acreedores.
La mala situación económica de la organización hizo que en 2012 no se celebrara el concurso y que la última Miss España, Andrea Huisgen, tuviera que buscar ayuda externa para acudir a Miss Universo.
La empresa organizadora del Certamen Miss España atravesaba dificultades, pues perdió la licencia como empresa organizadora para poder participar en el último concurso de Miss Universo.
Por lo anterior, el certamen ha sido declarado en concurso voluntario de acreedores, que es una figura legal española, con la que se busca regular el reparto de pérdidas cuando alguien no puede hacer frente a sus deudas, es decir, trata de regular las finanzas del concursado para que el mayor número de acreedores cobre lo máximo posible. El procedimiento protege más a las trabajadores y se posterga para quienes estuvieron involucrados en la mala situación económica.
El glamour del certamen y la proyección que conseguían las ganadoras dentro del mundo de la moda, la televisión o el cine llevó al certamen a su punto más álgido en los años noventa y principios de 2000.
Después, además de problemas económicos, la mala imagen cayó sobre la organización que entonces encabezaba Andrés Cid Fernández, quien decidió ceder el concurso al presidente del grupo inmobiliario Torrecasa, Julio Martín y su socia Rosa María Fernández.