Luego de las versiones sobre la presunta muerte de Joaquín Guzmán Loera, tras un enfrentamiento en la zona de Petén, Guatemala, el ministro de Gobernación de Guatemala, Mauricio López Bonilla, informó que dichos rumores surgieron de pobladores y que no han podido ser confirmadas, ya que la región donde se registraron los hechos es de difícil acceso.
Incluso, las autoridades guatemaltecas apenas realizan labores de acercamiento.
En entrevista vía telefónica, el funcionario subrayó que ya está en contacto con autoridades de la cancillería mexicana, a quienes les dará los resultados de las pruebas forenses para determinar con exactitud la identidad de los dos sujetos que perdieron la vida en el enfrentamiento.
López Bonilla explicó que hasta las 21:00 horas, ni el Ejército, ni la policía guatemalteca habían llegado hasta el punto donde se registró el enfrentamiento, entre presuntos narcotraficantes. “Es un lugar poco accesible y estamos moviendo algunos equipos”.
Reiteró que la información sobre la identidad de las personas muertas es confusa y proviene de pobladores.
López Bonilla insistió en que aún no se puede hacer ninguna confirmación, porque el Ejército y la policía tardarán en llegar a la zona. Tras lo cual se sitiará el área, para “luego van los equipos para ver el tema forense, obtener las pruebas dactilares y datos biométricos”.
Estimó que el resultado de las pruebas genéticas para establecer la identidad de quienes fueron acribillados en el enfrentamiento de la tarde de ayer, en esa región selvática, que está a 12 horas de camino de la capital de ese país, tardará algunas horas más.
Fuentes periodísticas de ese país dijeron que la zona donde ocurrió el enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes está controlada desde hace un año por Los Zetas, y sólo hay incursiones del Cártel de Sinaloa y de sus aliados.
Petén es una región selvática de trasiego de droga, con aeropistas clandestinas, en la cual está establecida una base de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos –DEA, por sus siglas en inglés- y otra del ejército Guatemalteco.
Ayer, también se dio a conocer que Jorge Luis Blanco Rodríguez, señalado por la policía colombiana como un aliado desde el 2002 de narcotraficantes, como José Evaristo Linares, Don Eva; Pedro Guerrero Castillo, Cuchillo, y Daniel Barrera Barrera, fue capturado en Bogotá.
La Policía indica que su recorrido delincuencial inició hace 10 años como colaborador dentro su organización y luego se convirtió en un gran socio o jefe de esta red. Además, realizó alianzas con los jefes de cárteles de Centroamérica y México, en especial con el cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, e Ismael El Mayo Zambada.