Representantes estudiantiles y de profesores del CCH Oriente repudiaron los métodos violentos de lucha utilizados en la toma de la Dirección General del colegio, en Ciudad Universitaria.

 

Actos de ese tipo, dijeron, sólo abonan el terreno para golpear el movimiento democrático al interior de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

Sin embargo, fueron enfáticos al demandar que en los cambios de planes y programas de estudio de la institución sean tomados en cuenta los alumnos y la comunidad de todos los planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).

 

En conferencia de prensa en el Siladín del plantel, la estudiante Michelle Juache Hernández y la profesora Sonia Jiménez Sánchez se dijeron contra “acciones violentas y no consensuadas. Queremos mostrar que hay otra posición en nuestra comunidad”.

 

“Si bien a una parte del movimiento le parece conveniente actuar así, nosotros estamos totalmente en desacuerdo con esas posiciones. Nos regimos por otras formas, que son las discusiones colectivas”, expresaron.

 

En ese contexto, la comunidad desconoció a los “autoproclamados” representantes del plantel Oriente, ya que ni fueron electos en sus asambleas ni representan a su comunidad.

 

Refrendó, no obstante, su respaldo para que se reincorporen al plantel Naucalpan los alumnos expulsados y se retiren las demandas penales contra aquellos que participan en el movimiento.

 

La representación destacó que desde el semestre pasado, la lucha del CCH Oriente logró que de 12 se redujeran a ocho los puntos propuestos por las autoridades que son rechazados por la comunidad, por considerar que les afecta.

 

Juache Hernández expuso que el punto medular de la protesta es que los estudiantes quieren participar en las reformas que proponen las autoridades, “participar en la discusión y en las decisiones, por ejemplo, de en qué sentido se redefine el perfil del egresado, así como hacia dónde se transforman los planes y programas de estudio.