El regreso del presidente Hugo Chávez a Venezuela sugiere que de una forma u otra el limbo constitucional en que se halla el país podría terminar y que nuevas elecciones estén a la vista, según dice la revista The Economist.

 

En un artículo que publica esta semana la revista subraya que la manera en que Chávez regresó a su país indica que “sigue estando demasiado enfermo para gobernar”:

 

No ha habido imágenes disponibles de su llegada, precisa, y ha ocurrido a la sombra incluso de la vista de altos miembros de su gabinete, aunque hayan sido organizadas entre los chavistas manifestaciones públicas de júbilo por su retorno.

 

Aun cuando una declaración oficial indicó que Chávez no está en condiciones de hablar debido a una traqueotomía que se le practicó para facilitarle respirar, señala, funcionarios del gobierno insisten en afirmar que el presidente está al control de las actividades diarias relacionadas con su cargo.

 

Incluso Nicolas Maduro, el vicepresidente, está a las claras dirigiendo el país, puntualiza, “pero niega vehementemente estar actuando como presidente”.

 

The Economist dice que al menos el regreso de Chávez ha “obviado” la necesidad de que los ministros tengan que hacer frecuentes visitas a La Habana para consultas al pie de su cama.

 

Esas visitas—apunta—desataron especulaciones de que las instrucciones (de gobierno), “más que por Chávez estaban siendo impartidas por los líderes comunistas cubanos”.

 

La revista pone de relieve que la Corte Suprema venezolana se ha convertido en un apéndice del ejecutivo al disponer que como presidente reelecto Chávez podría prestar juramento (para su nuevo mandato) cuando lo médicos estimen pertinente, a pesar de que la Constitución establecía la fecha del 10 de enero.

 

“Más controvertido aún es—dice—que haya extendido indefinidamente la permanencia en sus cargos del actual gabinete, incluyendo a Maduro, quien no fue electo”, sino designado por Chávez como su sucesor.

 

La publicación añade que de acuerdo con algunos analistas la reciente devaluación del bolívar está llamada a incrementar todavía más la inflación (ya de 20 por ciento anual) y es “una señal de que el régimen ha descartado elecciones anticipadas”.

 

Pero una indicación de que pronto habría comicios—precisa—“es que los periódicos del gobierno han empezado a publicar encuestas que sugieren que Maduro vencería fácilmente en una votación a (Henrique) Capriles”, el candidato único de la oposición que perdió las últimas elecciones frente a Chávez.