En apariencia es una camioneta común y corriente, utilizada por escoltas para el traslado de funcionarios. Sin embargo, muy pocos saben que se trata del mayor avance tecnológico en materia de blindaje automotriz. Le llaman La bestia mexicana y es capaz de soportar los embates de un fusil tipo Barrett calibre 50, arma utilizada por francotiradores y con la se puede derribar helicópteros.

 

En el interior de esta Suburban HD TPS, además del confort que la caracteriza, existe una carrocería reforzada con el más alto blindaje. Pesa más de 2 mil 500 kilos, equivalente a un nivel ÚL10 en blindaje opaco, denominada B7, capaz de resistir los impactos de las armas más letales en poder del crimen organizado.

 

Aunque en realidad lo que convierte a esta unidad en La bestia mexicana es su base mecánica, confeccionada para cargar hasta ocho toneladas, similar a la de un camión Kodiak utilizado para el traslado de materiales pesados.

 

Para soportar este potente blindaje se requiere un soporte especial, en su sistema de suspensión, dirección, frenos, motor y neumáticos.

 

El desarrollo de La bestia mexicana, así como el de otros prototipos, era una necesidad ante el aumento de atentados y ataques de grupos criminales a lo largo y ancho del país, así como del recurrente uso de armamentos cada vez más letales.

 

 

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Foto: Iván Castaneira

 

Ante este panorama, en los últimos meses, la industria del blindaje automotriz privilegió el uso de fibras sintéticas de última generación, denominadas Impact Shield, las cuales ofrecen una máxima protección en el blindaje con el mínimo peso en la unidad. Este material ha logrado el desuso del material Kevlar.

 

De hecho, la ligereza y la resistencia a la rotura excepcional del Kevlar permite su uso en neumáticos, velas náuticas o en chalecos antibalas.

 

La inseguridad y la violencia en gran parte del territorio nacional, principalmente en la zona norte del país, representan los principales factores para impulsar innovaciones en el plano de la industria del blindaje automotriz.

 

Los grupos criminales cada vez están mejor armados y, por ende, sus ataques son cada vez más letales, afirma el ingiero Mauricio Natale, gerente de la empresa mexicana TPS Armoring, pionera en la industria del blindaje y seguridad.

 

Para protegerse de estos ataques, incluso, funcionarios y mandos policiales de todo el país, incluyendo la embajada de los Estados Unidos y la Presidencia de la República, así como de la PGR y la Policía Federal recurren a este tipo de vehículos para su protección.

 

En palabras de Natale, la exigencia de prototipos más seguros, ligeros y eficientes ha implicado que en 2012 la empresa realizara una inversión de más de 2 millones de pesos para el desarrollo, diseño y creación de nuevos productos, a fin de satisfacer la demanda de la policía, empresas de seguridad, funcionaros y empresarios en 28 estados, siendo el ramo empresarial el principal cliente con el 70% de compras, por encima del 30% que conforman dependencias gubernamentales.

 

Evolución de acero

 

Otro ejemplo en la evolución del blindaje en México lo constituye la camioneta Express Van TPS TDI, vehículo diseñado para la transportación segura de personal, con capacidad para 12 o 15 pasajeros.

 

Se fabrica una versión SWAT (Special Weapons And Tactics) para uso de unidades élite de fuerzas de seguridad, la cual ofrece la posibilidad de aditamentos al interior del vehículo para transportar a policías, reos e incluso de materiales de valor.

 

Foto: Yessica Sánchez

Estas Van cuentan con un blindaje tipo IV Plus, el cual resiste embates de fusiles de asalto, como el AK-47 calibre 7.62 x 39 mm, cuerno de chivo, la preferida por los pistoleros de los cárteles de la droga. También resiste calibres 5.56 de los rifles AR-15. En el caso del Nivel V de blindaje, las unidades que cuentan con dicha protección están diseñadas para la resistencia de ataques en modalidad de terrorismo o atentado, debido al uso de armamentos de grueso calibre.

 

Dicho nivel de protección cubre la resistencia de impactos de fúsiles de uso militar, como el G-3, 308 FAL (Fusil Automático Ligero) calibre 7.62 x 51 mm., el M16 calibre 5.56 x 45 mm y granadas de fragmentación.

 

En el caso de la Cherokee Nivel III TPS, como su nombre lo indica tiene un nivel de blindaje grado 3, capaz de resistir los impactos de todas las armas cortas o de puño, tales como pistolas calibre 22, 380, 9 mm, 38 súper, 44 mágnum y las subametralladoras calibres 9 mm. y 45. El uso de este tipo de vehículos es recomendado para el traslado de altos ejecutivos y funcionarios, debido a que el diseño en la carrocería del mismo impide que el nivel de blindaje, tanto al interior como al exterior de la unidad, sea visible para los agresores.

 

Seguridad para todos

 

La industria del blindaje automotriz ha desarrollado materiales más eficientes, seguros y rápidos, además de tumbar las creencias de que son autos demasiado rudos para un uso urbano, debido a que son concebidos como automóviles excesivamente pesados, lentos, de poca maniobrabilidad.

 

En los últimos meses, las compañías han diseñado los modelos de blindaje capaces de combinar no sólo la movilidad y eficiencia del vehículo, sino además el uso de tecnologías que puedan estar al alcance de las personas que requieren este tipo de seguridad.

 

En México, del 100% de la producción de la AMBA, el 93% corresponde a SUV (Vehículo Deportivo Utilitario), los cuales son automóviles todoterreno y ligeros, mientras que el 5% son autos, 1% camiones y 1% vanets, (Vehicular Ad-Hoc Network).

 

 

 

 

En cuanto a los niveles de blindaje más requeridos se encuentra el Nivel III, al ocupar el 44% de la producción; en segundo término el Nivel IV con un 26%, y el Nivel V ocupa el 29% de la producción.

Hace una década, los autos blindados eran exclusivamente para la gente rica o funcionarios de alto nivel. Sin embargo, en los últimos años, la industria ha perfeccionado los materiales y los ha hecho más económicos. Un claro ejemplo es la camioneta Renault Duster, la cual tiene un precio menor a los 50 mil dólares, unos 650 mil pesos.

 

La composición del blindaje de la unidad lo conforman cristales en ventanas AGP de 17 mm, equivalente a un Nivel III, además de contar con un película antiesquirlas y antilacerantes. Dicho nivel de blindaje puede resistir impactos de armas .22 magnum, .38 especial, submetralladora 9mm y una .44 magnum, a distancias cortas.

 

El blindaje utilizado es de materiales especializados, como las fibras aramidas, las cuales son un tipo de material sintético robusto y resistente al calor. Las aramidas son utilizadas por diversas milicias como compuestos balísticos o protecciones personales, además en el campo aeroespacial.

 

Las fibras aramidas, también conocidas como blindaje opaco liviano (G3 3000P), están instaladas en la mayoría de partes del vehículo, son 10 veces más ligeras que el acero, además de que poseen estabilidad y resistencia térmica hasta de 100 grados centígrados. También resisten agua y químicos.

 

La composición del blindaje hace que la Duster también esté protegida contra disparos angulares de hasta 60 grados, contra fragmentos como los son las esquirlas de una granada y cuenta con protección antifuego.

 

 

Foto: Yessica Sánchez

 

 

En cuanto a la parte baja del Duster, se encuentra protegida por aros de seguridad en sus cuatro ruedas, también conocidos como Run Flat, los cuales permiten que el neumático reforzado siga rodando a unos 80 kilómetros por hora y así evitar que la coraza se desprenda del rin.

Asimismo, el Duster cuenta con un piso reforzado con acero y placas de fibras aramidas capaces de soportar explosiones de granadas de mano, como incendiarias o de fragmentación, las cuales al detonarse arrojan esquirlas.

 

Los Monstruos

 

Ante las ventajas que ofrecen este tipo de vehículos, los grupos criminales también se blindaron. Se trata de prototipos desarrollados por los mismos grupos criminales.

 

Algunos de estos vehículos consisten en camones de carga y de redilas, reforzadas con placas de acero. Algunos de estos Monstruos fueron asegurados en 2011 en Tamaulipas a Los Zetas.

 

A diferencia del uso de fibras sintéticas y procedimientos de última generación utilizados por las empresas dedicadas al blindaje automotriz, los vehículos con narcoblindaje son hechos con materiales básicos, además de que están confeccionados con mirillas y escotillas para disparar desde el interior en caso de requerirlo.

 

La sobrevivencia de funcionarios que caen en un atentado con armas de alto calibre representa un trofeo para las empresas especializadas en blindaje automotriz.

 

El 24 de abril de 2010, la entonces secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, Minerva Bautista Gómez, salía de un recinto ferial a bordo de su camioneta blindada Jeep Liberty TPS. Imprevistamente, un tráiler blanco se atravesó en su camino, táctica que sirvió para que sicarios que viajaban en varios vehículos la emboscaran.

 

 

En la pesadilla de balas, la camioneta de la funcionaria recibió más de 800 impactos, de fusiles de asalto AK-47 y AR-15 calibre 50, escopetas e incluso granadas.

 

Bautista Gómez resultó con una herida de bala y de esquirlas por el explosivo, pero la camioneta resistió el blindaje. Fue prácticamente impenetrable.

 

Otro ejemplo fue el ataque al coordinador en Veracruz del Programa Oportunidades, Miguel Ángel Yunes Márquez, cuando fue interceptado por civiles armados en la carretera entre Álamo y Tihuatlán, al norte del estado, en febrero de 2012. Yunes logró sobrevivir gracias a la protección del blindaje nivel V.

 

Mismo fue el caso del presidente municipal de Montemorelos, Nuevo León, Pablo Elizondo, quien en 2011 pudo salir ileso debido a la resistencia del blindaje de su vehículo Chevrolet Tahoe, cuando fue atacado con armas largas.