A Eugenia, una de las expertas en cómputo de la Agencia Espacial estadunidense, le comenzaron a temblar las manos en 1996. Después sufrió con el movimiento de sus piernas. Un año después, le confirmaron que eran los síntomas del Parkinson. Tenía 49 años.

 

Eugenia es la madre de Sergey Brin, el cofundador de Google, una de las empresas más exitosas de la nueva economía.

 

Cuando el millonario supo que heredaría ese mal degenerativo, dice que no se alarmó, se sintió lleno de poder, porque inmediatamente pensó en que esos miles de millones de dólares que tenía se podían utilizar en buscar la cura de esta enfermedad  poco conocida.

 

Para combatirla, varias veces a la semana, después de salir de trabajar en su cuartel general en Mountain View, California, se va a una alberca y nada hasta el cansancio. No al azar, es profesional, su maestría también se nota en el campo de la gimnasia y el yoga.

 

Un estudio dice que los hombres jóvenes que hacen ejercicio tienen 60% de probabilidades de disminuir el riesgo de la enfermedad. El café también ayuda, pero a él no le gusta el sabor.

 

Fue tal vez por esto que el miércoles de esta semana, Brin era uno de los más entusiastas al presentar el Breakthrough Prize in Life Sciences, que creó junto con su esposa, Anne Wojcicki, con Yuri Milner, el magnate ruso de las inversiones de capital en tecnologías emergentes, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, su esposa Priscilla Chan, y Art Levinson, uno de los hombres más poderosos de Apple.

 

Ofrecen tres millones de dólares para reconocer a los científicos de excelencia en el tratamiento de enfermedades incurables y que contribuyen a extender la vida de los humanos.

 

Los titanes de la red se comprometieron a entregar cinco premios al año, de tres millones de dólares cada uno.

 

Por lo pronto, este miércoles reconocieron a 11 científicos, con esa suma que casi duplica lo que da el Nobel a los científicos. Los ganadores acordaron servir al comité de selección de la fundación, para elegir a los futuros receptores del premio.

 

Los ganadores son Cornelia I. Bargmann, David Botstein, Lewis C. Cantley, Hans Clevers, Napoleone Ferrara, Titia de Lange, Eric S. Lander, Charles L. Sawyers, Bert Vogelstein, Robert A. Weinberg y Shinya Yamanaka.

 

“Creo que este nuevo premio brillará y dará luz a los logros extraordinarios de esas mentes incansables en las ciencias de la vida, que mejoran la innovación médica, y que al final se convierten en una plataforma para reconocer futuros descubrimientos”, dijo Art Levinson durante la presentación.

 

“Creemos que el Breakthrough Prize in Life Sciences tiene el potencial de proveer una plataforma para otros modelos de filantropía, lo que ayudará a que gente en cualquier parte tenga una oportunidad de un mejor futuro”, expresó Mark Zuckerberg.

 

“Resolver la enorme complejidad de las enfermedades humanas implica un esfuerzo más grande, comparado con la física fundamental, por lo  tanto también requiere de múltiples patrocinadores que recompensen esos increíbles logros”, señaló Milner.

 

“Curar una enfermedad debería valer más que un touchdown”, dijo Sergey Brin.