El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa tendió un velo de oscuridad sobre la investigación por presuntos actos de pederastia y pornografía infantil en el oratorio Don Bosco realizada por la Procuraduría General de la República (PGR) y protegió a los curas involucrados en las pesquisas, al afirmar que sólo son especulaciones. Por tanto, aseguró que esperará a que las autoridades federales culminen con la investigación correspondiente y se deslindó de los involucrados al decir que ellos “tienen otros superiores religiosos”.

 

“Son especulaciones, vamos a esperar los resultados de la investigación pues para eso precisamente son, para que sepamos qué hay de esto”, apuntó el arzobispo.

 

En entrevista, Sánchez Espinosa resaltó que los sacerdotes de los oratorios salesianos están tranquilos, e incluso dijo que desde un principio estuvieron en la mejor disposición de colaborar.

 

No obstante, mencionó que serán los superiores de los oratorios quienes determinen qué acciones emprenderán ante los resultados de las investigaciones de la Policía federal: “no me corresponde a mí como arzobispo, sino a sus superiores religiosos”.

 

Fue durante las primeras horas del pasado viernes cuando cerca de 30 elementos de la Policía federal, a bordo de seis vehículos, irrumpieron en las instalaciones del oratorio salesiano de Don Bosco con una orden de cateo para revisar el lugar.

 

Por varias horas la 17 Poniente entre 3 y 5 Sur permaneció cerrada mientras los uniformados interrogaban a los sacerdotes acerca de lo que se presume es una investigación por abuso infantil, aunque las autoridades se han mantenido herméticas al respecto sin informar el motivo del operativo. Ese mismo día las autoridades federales realizaron un operativo similar en el oratorio Felipe Rinaldi ubicado en la colonia La Loma, donde tampoco se dio mayor información.

 

El rector de Don Bosco confirma investigación

 

Lo que sí se confirmó fue que la movilización se derivó de una denuncia anónima, la cual en un principio trascendió que reportaba la venta de droga en el lugar. Sin embargo, el sacerdote salesiano Ignacio Ibarra Ruiz comentó ayer en entrevista radiofónica para Cinco Radio que por las preguntas que realizaron los uniformados se podría tratar de una investigación por abuso infantil. “Le intuye uno, por las preguntas que le hicieron a la señora que cuida aquí, que si no había abuso infantil, yo pienso que es eso”, comentó para dicho medio de comunicación.

 

Confirmó que durante el cateo se decomisó equipo de cómputo, así como un arma de fuego propiedad del sacerdote. Éste refirió que era un regalo que su padre le dejó antes de morir, pero no portaba el permiso correspondiente.

 

Ante estos señalamientos, el vocero de la Arquidiócesis de Puebla, Dante Pimentel, desacreditó la declaración del sacerdote, pues aseguró que no han recibido formalmente un señalamiento de este tipo, por lo que el arzobispo Sánchez Espinosa está en espera de lo que determinen las autoridades federales.

 

Reiteró la postura del arzobispado en torno a que serán las autoridades de los oratorios salesianos quienes tendrán que responder en caso de que las autoridades confirmen algún tipo de abuso.

 

CAMBIO buscó a las autoridades de Don Bosco para fijar su postura al respecto, sin embargo, el lugar se encontraba cerrado y nadie atendió el llamado, incluso actividades que se tenían programadas para el día de ayer fueron canceladas.

 

Por su parte, el director de la Policía ministerial, Galán Ruiz, descartó que el caso sea investigado por las autoridades estatales aunque manifestó su disposición de colaborar con la PGR en caso de que lo solicite. Agregó que en lo que va de la administración no se tienen registradas investigaciones por pederastia en contra de sacerdotes.