SANTIAGO DE CHILE. Los tres soldados bolivianos acusados en Chile de cruzar ilegalmente la frontera con un arma de guerra rechazaron una salida alternativa al caso y optaron por comparecer a un juicio oral, una decisión que extenderá por meses el caso, lo que subió nuevamente la tensión entre los dos Gobiernos.

 

En la audiencia de ayer, el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte, cuyo titular, Rodrigo Hernández, dejó libres, con algunas medidas cautelares, a los reclutas Alex Choque, Augusto Cárdenas y José Luis Fernández, detenidos hace un mes por las autoridades chilenas y acusados de cruzar ilegalmente la frontera con un arma.

 

La Fiscalía había ofrecido a los soldados Choque y Cárdenas la suspensión condicional del procedimiento, que les suponía la expulsión de Chile sin cargos, sólo con la prohibición de volver durante un año.

 

Mientras a Fernández, que portaba un fusil durante la detención, se le propuso un juicio abreviado, con una pena de tres años y un día de prisión que, inmediatamente después de ser dictada, se conmutaba también por la expulsión del país.

 

Manuel Guerra, fiscal jefe de la región de Tarapacá, lamentó el rechazo de la propuesta, que habría permitido a Choque y Cárdenas volver ayer mismo a Bolivia, y recordó que hace  tiempo ese país aceptó una oferta similar cuando catorce militares bolivianos fueron también detenidos en territorio chileno.

 

El presidente boliviano, Evo Morales, dijo desde La Paz que el Gobierno chileno tiene la culpa de que los soldados no hayan quedado libres sin cargos.

 

Morales afirmó que la justicia chilena “está sometida” al presidente Sebastián Piñera, a quien tildó de “mal vecino” y acusó de “desprestigiar” al pueblo chileno, mientras se declaró “orgulloso” del comportamiento de los soldados y consideró “un triunfo” que no sigan presos.

 

Insistió, además, en que la acusación a los soldados, que según su Gobierno fueron detenidos el 25 de enero pasado cuando perseguían a unos contrabandistas, es una “venganza” de Chile por la demanda boliviana de obtener una salida soberana al Pacífico, que su país perdió en una guerra del siglo XIX.

 

Si el presidente de Chile “quiere vengarse, que se vengue con Evo, no con tres conscriptos”, sostuvo el mandatario boliviano.

 

Por su parte, Chile, a través del canciller Alfredo Moreno, aseguró que la defensa de los tres soldados bolivianos estaba tomando “todas las acciones para demorar este proceso”. EFE