El ex presidente de México, Ernesto Zedillo, advirtió hoy que la falta de coordinación de las políticas económicas de los principales países del mundo hace que se mantengan los riesgos en un escenario de débil crecimiento mundial.

 

Al dictar la XV Conferencia Anual «Francisco Fernández Ordóñez», organizada por la fundación del mismo nombre, lamentó que en esa falta de coordinación destaque el incumplimiento de los cuatro principales compromisos del G-20 anunciados desde 2009.

 

En su exposición titulada «Globalización de la economía y localidad de la política: algunas consecuencias de este desafortunado desfase», dijo que la alternativa está en reformas y ajustes económicos nacionales para corregir desequilibrios, aunque ello no asegura evitar riesgos.

 

«Es claro que tenemos un problema de coordinación de políticas económicas; tenemos que hacer un análisis serio y profundo del por qué de ese desfase entre la globalización y las decisiones políticas», apuntó.

 

Opinó que la propia globalización «es hoja de decisiones políticas y no solamente del desarrollo tecnológico», y que el desfase está entre la voluntad de tener mayor libertad de comercio e inversión, y la relación política con los ciudadanos y de entendimiento frente al mundo.

 

Refirió que en el actual proceso, el G-20 ha incumplido con la reforma al sistema financiero global, a los organismos financieros multilaterales, además de fallar en la conclusión de la Ronda de Doha y en una mayor coordinación de políticas económicas.

 

«Hemos sido globalizadores de la economía, pero incapaces de crear ciudadanos para esa interdependencia y la responsabilidad que conlleva, así como para adaptar el sistema democrático y de gobiernos para tener iniciativas internacionales», cuestionó.

 

Dijo que en este momento hay países emergentes que crecen económicamente y desarrollados que no crecen, pero en ambos casos «las políticas internas conspiran todos los días» ante la necesidad de la cooperación y los mecanismos para enfrentar el desajuste.

 

Zedillo recalcó que se verán en un futuro inmediato más contradicciones entre la economía global y los sistemas nacionales, y se dijo «pesimista» ante la posibilidad de que haya una reacción inmediata de los gobiernos para revertir la tendencia.

 

No es deseable, dijo, una nueva crisis financiera global para avanzar en la reconstrucción del sistema y la acción conjunta, por lo que para evitar el colapso si son deseables «al menos los esfuerzos marginales que creen ese nuevo esquema, porque los riesgos de catástrofe siguen presentes».

 

Añadió que en esos esfuerzos los bancos centrales tienen un «papel excepcional» y que aún es posible que el objetivo de lograr un sistema global de países democráticos que consiguen esos mecanismos políticos para afrontar la globalización se haga realidad.

 

Zedillo estuvo acompañado del ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y del director del Centro Internacional de Toledo por la Paz y exembajador de España en México, Emilio Cassinello.