Una compilación de sones, minutes, recorridos, canciones, angelitos, canarios, jarabes y malagueñas integran el disco De la Sierra Morena vienen bajando, zamba, ay, que le dan, que será presentado el próximo domingo en la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

 

La grabación está editada por la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y busca rescatar la abundante riqueza musical de la Costa Sierra de Michoacán, que aunque cuenta con estilos musicales propios, también manifiestan un gran parentesco con regiones aledañas.

 

De acuerdo con el INAH, con dicho material, la Fonoteca del instituto llega al disco número 54 de la colección “Testimonio musical del México”, que busca impulsar la investigación, documentación y difusión de la música popular y tradicional del país.

 

El subdirector del espacio sonoro, Benjamín Muratalla, señaló que la compilación se llevó a cabo con el apoyo del trabajo del investigador Alejandro Martínez de la Rosa, quien desde 2008 se dio a la tarea de grabar las fiestas, platicar con la gente y los músicos, así como descubrir piezas antiguas y contemporáneas.

 

Ritmos como danzas de tabla, sones de paño y danzas de conquista, entre otras, son poco conocidos y fueron producto del mestizaje indígena, español, afriano, chino, japonés e incluso de la Polinesa, que se presentó en la región serrana y costera de Michoacán y Guerrero, durante varios siglos.

 

Derivado de estas mezclas, la zona cuenta con sus peculiaridades culturales y geográficas, conviven el carácter serrano, más introvertido, con la alegría propia de los costeños, creando hibridaciones interesantes, que se descubrieron a través de la investigación de Martínez de la Rosa.

 

Para completar el disco que da cuenta de la investigación sobre las manifestaciones musicales de la entidad, se cuenta con un estudio introductorio que aporta la definición geográfica de la Costa Sierra y que incluye los municipios de Lázaro Cárdenas, Arteaga, Tumbiscatío, Aquila, Aquililla, Chinicuila, Coalcomán y Coahuayana.

 

También se agregó un recorrido y el devenir que abarca desde tiempos prehispánicos, con la presencia de culturas indígenas, la llegada de los españoles, la vida de las haciendas en la Colonia y las distintas influencias musicales que hoy cruzan la región, producto de la migración de sus pobladores.

 

Se podrán leer las principales celebraciones musicales, religiosas y civiles de la Costa Sierra, como las dedicadas al Señor Santiago, Todos Santos y a la Virgen de Guadalupe, en poblados como Coalcomán, Arteaga, Coahuayana y Guagua.

 

Igualmente los bailes y danzas en bodas, bautizos y sepelios, además de la dotación característica de violines, guitarra, guitarra de golpe, vihuela, tololoche, tambora y la llamada arpa grande de 32 y 38 cuerdas.

 

Entre las aportaciones de la investigación destaca la nómica, que son sentencias y refranes de músicos viejos, portadores de la tradición, en sitios como Coahuayutla, La Unión, Infiernillo y Arteaga, entre otros. Sobresale la presencia de Graciano Jiménez Mendoza, Don Chano, músico nahua de más de 90 años de edad y el único constructor de arpa indígena.

 

En el disco se incluyen las grabaciones del corrido revolucionario La Adelita, interpretado por el arpero José Chávez, de 82 años; La veralda, chinela interpretada con arpa por José García Abarca, de 83 años, y el son La chamaca, donde participa el tamborero Rodimiro Landa, de 82 años.

 

Figuran también los violinistas Rito Rosales Baldovinos (1925) y Eulalio Becerra Carrillo (1929), que en 2007 eran de los pocos músicos que recuerdan el repertorio viejo de los conjuntos de arpa, y quienes además participaban en la pastorela que se escenificaba con música, cantos y juegos.