CIUDAD DEL VATICANO. Cuatro días después de que la Iglesia entrase en Sede Vacante, los cardenales se reunirán por primera vez mañana, 4 de marzo, para preparar el cónclave del que saldrá el sucesor de Benedicto XVI, sin que, de momento, destaque la figura de un candidato fuerte.

 

En el próximo cónclave que previsiblemente comenzará el 11 de marzo, no se ven figuras destacables y según los observadores vaticanos hay una fuerte fragmentación en el Colegio Cardenalicio.

 

Los escándalos de filtración de documentos reservados de Benedicto XVI y del Vaticano, conocido como ‘Vatileaks’, pueden dañar las candidaturas italianas, precisan los vaticanistas, ya que la gran mayoría de los documentos desvelados se refieren a casos internos italianos y enfrentamientos entre miembros italianos de la curia.

 

En Roma están ya cerca de 150 cardenales, de los 207 que componen el Colegio Cardenalicio y se espera que el resto lleguen entre el 4 y 6 de marzo.

 

De los 207 cardenales, 117 tiene menos de 80 años y el resto superan esa edad. La normativa vaticana contempla que sólo pueden entrar en la capilla Sixtina, lugar del cónclave, los purpurados con menos de 80 años. Los otros, aunque no puedan votar, si pueden ser elegidos pontífice y participar en las reuniones preparatorias.

 

De los 117 electores, dos han anunciado que no participarán en el cónclave, el indonesio Julius Darmaatmadja, por enfermedad, y el británico Keith O’Brien ex arzobispo de Edimburgo acusado de “comportamiento inapropiado” hacia otros religiosos en la década de los años 80.

 

La primera congregación de cardenales comenzará mañana a las 9.30 horas y la segunda a las 17:00. Todas las reuniones de los purpurados se celebrarán en el Aula Nueva del Sínodo, en el complejo del Aula Pablo VI.

 

El cardenal decano, Angelo Sodano, ya ha dicho que hasta que no estén todos los cardenales electores no se fijará la fecha del cónclave.

 

La normativa vaticana establece que debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante, con el objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.

 

 

El cardenal O’Brien admite conducta sexual inapropiada

 

LONDRES. El cardenal Keith O’Brien, que renunció el lunes a su puesto de arzobispo de St Andrews y Edimburgo tras ser acusado de “comportamiento inapropiado” en los años 80, admitió que su “conducta sexual” no fue siempre la que se esperaba de él.

 

En un comunicado divulgado por la Iglesia Católica de Escocia, O’Brien pidió perdón y reconoció que, “a veces, mi conducta sexual cayó por debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal”.

 

El lunes 25 de febrero, el todavía papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O’Brien un día después de que éste fuese acusado de acoso en la prensa británica por cuatro sacerdotes, lo que dejó al Reino Unido sin representante en el cónclave papal.

 

El pontífice aceptó la renuncia presentada meses antes de que, el 17 de marzo, O’Brien cumpla 75 años.

 

El cardenal, conocido detractor de la posibilidad de que los gays puedan casarse, pidió perdón a aquellos a los que “ofendió”, así como a la Iglesia Católica y a los escoceses.

 

“Pasaré el resto de mi vida en retiro. No voy a desempeñar ningún papel en la vida pública de la Iglesia Católica de Escocia”, apuntó el cardenal, que, a sus 74 años, era el más veterano en la jerarquía católica británica.

 

En un primer momento el clérigo, máxima autoridad de la Iglesia Católica escocesa desde 1985, había negado las alegaciones, publicadas hace una semana en el dominical “The Observer”, y al anunciar su marcha también renunció a acudir al cónclave.

 

Las acusaciones contra el cardenal partieron de tres sacerdotes y un ex sacerdote que fueron víctimas supuestamente de la conducta indebida del cardenal cuando se encontraban bajo su tutela en los años 80.

 

Uno de ellos, hoy casado, relató al dominical “The Observer” que sufrió acoso sexual del clérigo en su época de seminarista, con 20 años, cuando O’Brien era su “director espiritual” y le sometió a acercamientos “inapropiados” tras sus oraciones nocturnas, que le provocaron depresión y cambios en su personalidad.

 

Considerado un conservador, O’Brien ha manifestado abiertamente su rechazo a la propuesta de legalizar el matrimonio entre homosexuales, al aborto y al nombramiento de mujeres obispo.