EL CAIRO. El secretario de Estado de EU, John Kerry, deseó el retorno de la estabilidad a Egipto y animó a los ciudadanos a participar de forma pacífica en la vida política del país, donde una persona murió ayer en disturbios al norte de El Cairo.

 

“Creemos que un compromiso activo con una participación pacífica es la mejor manera de aumentar la democracia”, afirmó Kerry, en una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo egipcio, Mohamed Amr.

 

En su opinión, la mejor manera de garantizar los derechos humanos es que haya participación política de los ciudadanos.

 

El responsable estadunidense explicó que se reunió con miembros de la oposición y escuchó “el entusiasmo” de su compromiso con la libertad y la democracia.

 

“Todos los grupos son importantes para el sistema democrático sin tener en cuenta sus puntos de vista”, advirtió Kerry, quien aseguró que Washington no apoya a ninguna organización o persona en concreto, sino que solo está comprometido con la democracia.

 

Egipto vive una crisis política originada por las discrepancias entre las autoridades islamistas y la oposición, que se ha agudizado con la negativa de la principal alianza opositora, el Frente de Salvación Nacional (FSN), a participar en las próxima elecciones parlamentarias, que comenzarán el 22 de abril.

 

La visita de Kerry, de dos días, también tiene un importante matiz económico, vinculado a la situación política y de seguridad en el país, y así lo manifestó durante sus encuentros con empresarios egipcios.

 

Estados Unidos se comprometió a inyectar una muy necesitada ayuda económica de 250 millones de dólares a las maltrechas arcas de Egipto, en el cierre de la visita de John Kerry, a este país.

 

Antes de partir rumbo a Arabia Saudí, dentro de su gira por Europa y Oriente Medio, Kerry se reunió con el presidente egipcio, Mohamed Mursi, a quien instó a poner en marcha las reformas que permitan cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que persigue el país árabe.

 

“Estados Unidos proporcionará ahora los primeros 190 millones de dólares de los 450 millones en fondos de ayuda presupuestaria prometidos”, señaló Kerry, quien aseguró que la medida se ha adoptado como un “gesto de buena voluntad” en vista de las graves necesidades financieras.

 

Para revocar esta situación, Egipto negocia desde hace meses con el FMI un préstamo de 4 mil 800 millones de dólares, que algunos sectores rechazan. EFE

 

Más de 200 heridos en disturbios

 

EL CAIRO. Más de 200 personas resultaron ayer heridas, la mayoría con síntomas de asfixia, en choques entre las fuerzas del orden y familiares de presos en Port Said, en el noreste de Egipto, tras el anuncio de la reubicación de los reclusos en esa ciudad por motivos de seguridad.

 

El responsable del Ministerio de Sanidad en Port Said, Helmy al Afny, explicó que alrededor de 200 personas sufrieron asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de orden y que otras once resultaron heridas por pedradas.

 

El Ministerio del Interior egipcio anunció que ha comenzado a reubicar a los presos para evitar disturbios en los próximos días, dado que está previsto que un tribunal emita el sábado próximo la sentencia definitiva por la masacre del estadio de Port Said, en febrero de 2012, en la que murieron 74 personas.

 

La condena a muerte de 21 acusados por la matanza desató a finales de enero una ola de violencia e indignación popular que llevó a las autoridades a declarar el toque de queda en la ciudad, aunque la Justicia aún debe pronunciarse sobre otros 52 inculpados.

 

Tras conocer las gestiones para el traslado de los presos a otros lugares de reclusión, cientos de sus familiares se manifestaron y atacaron la sede de la policía de esa ciudad.

 

Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que a su vez tiraron piedras y cócteles molotov contra la sede e incendiaron un vehículo policial, en protesta por el traslado de sus familiares a cárceles cuyo emplazamiento desconocen.

 

El Gobierno decidió trasladar a 39 de los acusados que se encuentran en la prisión de Port Said a otros centros fuera de la ciudad con el objetivo de “mantener la seguridad de todos los ciudadanos, sobre todo los residentes” en la zona.

 

El resto de prisioneros también pasarán a otros centros penitenciarios a la espera de que se construya otra cárcel en un lugar más adecuado de la ciudad portuaria, ubicada en el estratégico canal de Suez.

 

El traslado se está realizando bajo medidas secretas de seguridad para evitar sucesos como el intento de asalto a la cárcel que se produjo en enero pasado cuando se conoció la sentencia a muerte de parte de los acusados.

 

Unas 40 personas murieron en aquellos disturbios en Port Said, donde se está desarrollando también una campaña de desobediencia civil para reclamar justicia a las autoridades.