El gobierno de Cuba decretó hoy tres días de duelo por la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y declaró “eterna lealtad” a su memoria y legado así como apoyo “resuelto e irrestricto” a su revolución bolivariana.

 

“Chávez es también cubano. Sintió en su carne nuestras dificultades y problemas e hizo cuanto pudo con extraordinaria generosidad, especialmente en los años más duros del Periodo Especial. Acompañó a Fidel como un hijo verdadero y su amistad con Raúl fue entrañable”, señaló el Gobierno de la isla en una declaración leída en la televisión estatal.

 

Lo mismo hizo la presidenta argentina, Cristina Fernández, que determinó izar la bandera a media asta en homenaje al mandatario venezolano, Hugo Chávez.

 

La presidenta suspendió toda su actividad oficial tras el anuncio de la muerte de Chávez y se prepara para viajar a Caracas en las próximas horas acompañada de varios miembros de su Gabinete, entre ellos el canciller, Héctor Timerman, según medios locales.

 

En tanto el presidente de Ecuador, Rafael Correa, estableció otros tres días de luto por la pérdida de Chávez Frías.

 

“En el lugar que te encuentres querido comandante, hasta la victoria siempre”, soltó el mandatario ecuatoriano.

 

Varios ministros del gobierno de Fernández saludaron con un “hasta la victoria” al “comandante” Hugo Ghávez tras conocer la noticia de su muerte, que ha generado también reacciones entre la oposición argentina.

 

“Compañero, comandante, presidente, ¡adiós! ¡Hasta la victoria!”, dijo la ministra de Seguridad argentina, Nilda Garré, quien fue en 2005 embajadora argentina en Caracas, durante el gobierno del fallecido expresidente argentino Néstor Kirchner.

 

“¡Hasta siempre, comandante! ¡Hugo Chávez Frías vive en el pueblo de la Patria Grande!”, señaló por su parte el ministro del Interior argentino, Florencio Randazzo, a través de la red social Twitter.

 

También el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, utilizó la red social para saludar con un “hasta siempre, comandante”, a Chávez por su “ejemplo” y “solidaridad” con Argentina.

 

En tanto, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, envió “fuerza” a Venezuela, conmocionada por el fallecimiento de su presidente.

 

El secretario de Comunicación Pública de Argentina, Alfredo Scoccimarro, recordó la solidaridad de Chávez en los momentos de crisis económica de Argentina.

 

“La relación de América Latina va a ser fortalecida en el marco del Mercosur, donde vamos a seguir. De eso estamos convencidos, con todo el corazón y todo el aprecio que hemos tenido por Hugo Chávez”, dijo el funcionario en declaraciones a periodistas.

 

En la misma línea, el senador oficialista Aníbal Fernández recordó que Chávez fue “uno de los pocos” que tendió la mano a Argentina cuando la crisis económica de 2001 “puso en riesgo ciento cincuenta años de construcción política” en el país.

 

La muerte de Chávez, de estrechos lazos con el Gobierno de Cristina Fernández, también generó reacciones en el arco opositor de Argentina.

 

“Mas allá de lo que pienso sobre Chávez y su gestión, vaya nuestro pensamiento al pueblo venezolano, para que pueda pasar este trance en paz”, dijo el diputado Eduardo Amadeo, del peronismo disidente.

 

El exgobernador de Santa Fe y líder del Frente Amplio Progresista, el socialista Hermes Binner, expresó un “profundo pesar” por la muerte de Chávez y envió sus condolencias a su familia y al pueblo venezolano.

 

En tanto, el diputado Federico Pinedo, de la conservadora Propuesta Republicana, admitió sus “enormes diferencias” políticas con el presidente venezolano pero lamentó “en lo humano” su muerte.

 

“Es un dolor que no se puede contar”, dijo la presidenta de la Madres de Plaza de Mayo, Hene de Bonafini, quien destacó haber tenido el “privilegio” de haber tenido a Chávez como “amigo” y que con su muerte “se va un insustituible”.

 

Para el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, la muerte de Chávez es una “pérdida enorme” para “todo el continente americano y el mundo”, aunque ha dejado “sus huellas para continuar su obra y su camino sin bajar los brazos, construyendo la esperanza junto a los pueblos”.