Las Naciones Unidas tienen un problema de alcoholismo, considera Estados Unidos.

 

Joseph M. Torsella, que representa a Estados Unidos en la comisión presupuestal de la ONU, dijo el lunes que el proceso tenso de negociar el presupuesto anual del organismo mundial se vuelve más complicado por los diversos diplomáticos que asisten ebrios. El presupuesto de la ONU se termina en diciembre, cuando las fiestas de fin de año derivan al parecer en que ciertas parrandas se prolonguen hasta las negociaciones presupuestales.

 

Torsella expresó que Estados Unidos presenta “la propuesta modesta de que las salas de negociación deban ser en el futuro una zona libre de embriaguez”.

 

Algunos alicorados participantes en las negociaciones han salido de Estados Unidos “muy agradecidos por las oportunidades estratégicas”, dijo.

 

Pero Torsella puntualizó que la comisión presupuestal debe “dejar el champán para brindar por el final exitoso de la sesión”. AP