CARACAS. La polarización política que ha marcado a Venezuela en los últimos años, entre partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez, también permea el debate legal sobre quién debe estar en este momento al frente del país, tras el fallecimiento del jefe de Estado.
La Constitución venezolana dice que si el jefe de Estado muere, será el presidente de la Asamblea Nacional, quien deba asumir interinamente el cargo, hasta tanto se realicen nuevas elecciones.
Pero como el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó en enero que aunque Chávez no pudiera asumir el cargo, debido a su enfermedad y que a la postre lo llevó a la muerte el 5 de marzo, la legitimidad de su gobierno estaba dada por una masiva votación y que se trata además de un presidente reelecto.
De esa manera, según el Tribunal, se producía una “continuidad administrativa” entre el gobierno de Chávez de seis años, que culminó el 10 de enero, y uno nuevo que debía comenzar ese mismo día. Para el oficialismo, el mandatario nunca estuvo ausente, continuó tomando de decisiones y no dejó de estar al frente del gobierno.
Como Chávez designó a Nicolás Maduro como su vicepresidente y antes de partir a Cuba, el 8 de diciembre, pidió votar por él en caso de cualquier eventualidad, pues la mayoría oficialista que controla los poderes, incluyendo el Legislativo y el Judicial, se casó con esa teoría de la continuidad administrativa y Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea, nunca ha sido visto por el chavismo como la figura constitucional llamada asumir la vacante dejada por el fallecido mandatario, de 58 años.
“Estoy con Chávez y Nicolás Maduro. Hay que cumplir la voluntad del comandante, dijo Francisca Ramos, un ama de casa de 65 años, al caminar por el centro de la ciudad.
“Lo único que puedo pedirle a Diosdado y a Maduro es que mantenga la unidad”, agregó la mujer para quien más allá del debate constitucional, “lo importante es seguir *la revolución*”, o el estilo de gobierno implantado por Chávez con predominio estatal.
En cambio para Delia Ramírez, una contadora de 32 años, “lo ideal es que se cumpla la Constitución”.
“Pero para mí ni Maduro ni Diosdado son buenos”, añadió Ramírez, quien se identificó como opositora.
El ex magistrado del Supremo Tribunal, Román Duque Corredor, aseguró en entrevista telefónica que el ejercicio del vicepresidente Maduro, de 50 años, quien quedó a cargo del Ejecutivo, es ilegítimo precisamente por esas disposiciones de la Carta Magna sobre quién asume el cargo si muerte el jefe de Estado.
“La sala constitucional (del TSJ) lo que hizo fue introducir un elemento distorsionador (en el mecanismo de sucesión) con el concepto de continuidad administrativa”, aseguró el ex magistrado.
Mario Gómez, un albañil de 30 años, quien estaba con sus dos pequeños hijos, de cinco y seis años, dijo que “debe respetarse la Constitución, votemos por Maduro”. AP