LA HABANA. Cuba dio su último adiós al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con un masivo y solemne homenaje a quien fuera su principal aliado en el siglo XXI y cuya pérdida supone un importante golpe para un país muy dependiente del respaldo y el petróleo del país suramericano.
Miles de cubanos desfilaron en todas las capitales del país ante la imagen de Chávez, en una jornada de duelo y tributo que abrió en la ciudad oriental de Santiago de Cuba el presidente de la isla, Raúl Castro.
Vestido de militar, el general Castro depositó una rosa blanca bajo el retrato del líder bolivariano, en un sencillo y contenido gesto.
“Lo más importante es que, en nuestros pueblos, lo que logramos avanzar con la influencia de él en estos pocos años no retrocederá”, dijo Raúl Castro, en sus primeras declaraciones tras la muerte de Chavez que, según aseveró, “se fue invicto, invencible y victorioso”.
En La Habana, la ceremonia de homenaje al presidente venezolano tuvo como escenario el Memorial José Martí, ubicado en la emblemática Plaza de la Revolución.
Allí los primeros en rendir tributo a Chávez fueron las principales autoridades del Gobierno y el Partido Comunista de Cuba, entre ellas el primer vicepresidente del país, Miguel Díaz-Canel.
A lo largo de la jornada, una ordenada multitud fue pasando en fila por el memorial en un ambiente de sobriedad y solemnidad, que solo rompieron estudiantes y trabajadores venezolanos residentes en Cuba al lanzar gritos de “Viva el comandante Chávez”, “Chávez vive” o “La lucha sigue”.
Portando banderas venezolanas y carteles, estudiantes venezolanos de medicina y deportes y trabajadores de la petrolera PDVSA entonaron en la Plaza de la Revolución de La Habana el himno de Venezuela, entre otras canciones.
También homenajearon al presidente venezolano representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba así como los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los diálogos de paz con el Gobierno colombiano.