Es un hecho que los lujos no están peleados con la ‘palabra de Dios’. Para comprobarlo basta mirar las imágenes que muestran la llegada de los arzobispos al Vaticano para asistir al cónclave para elegir al nuevo papa.
La asistencia escalonada a la Santa Sede no sólo fue un desfile de sotanas, también de autos, algunos de lujo y otros muy básicos, como es el caso del hondureño Rodríguez Maradiaga, que arribó a bordo de un Opel Corsa.
(Foto: AP)
Es más, otros hasta comparten vehículo, aunque no por eso dejan de brillar sus anillos cardenalicios. También los hay que llegan a pie, pero sin duda el más ‘excéntrico’ fue el arzobispo francés Philippe Barbarin.
(Foto: AP)
El prelado de Lyon, cuyo origen es marroquí, se apersonó en el Vaticano montado en su bicicleta pedaleando como si se tratara de un pase a la panadería de la esquina tal vez. Esto demuestra que para algunos sacerdotes la austeridad aún representa un requisito en la religión.
(Foto: AP)