La percepción que se construye a partir de notas, imágenes y pronunciamientos del Ejecutivo federal, se evalúa con diversos enfoques. Del 1 de diciembre al 28 de febrero, Enrique Peña Nieto ha transitado por varios escenarios y circunstancias y en cada uno de ellos ha tenido una presencia mediática que se mide en tiempo, influencia e, incluso, valor económico a partir del precio que cada medio de información determina por horarios y espacios. Este valor comercial es una referencia y no implica que se pague por los espacios y coberturas.
A mil 129 millones de pesos asciende ese valor económico de las casi 15 mil notas que han dedicado canales de televisión, estaciones de radio y periódicos. Son 52 los temas que han sido abordados por EPN en 5 mil 603 notas agrupadas y valoradas por Eficiencia Informativa, cuyos resultados presentamos.
Estos son los 14 asuntos en los cuales la cobertura presidencial ha destinado 60% del volumen analizado.
¿En qué medio ha estado más el Presidente? La respuesta y gráfica que vemos habla no sólo de la penetración y alcance de la televisión, sino también de su costo o valor comercial que multiplica por 10 al de los impresos y a más del doble que la radio en su conjunto. La asistencia de millones a la pantalla determina esa influencia en un contexto social que lee poco y donde todavía, y a pesar del deseo de miles, las redes sociales o internet de manera global, no impacta en la proporción que algunos añoran.
Ahora bien, una novedad en la manera de agrupar las notas generadas por Enrique Peña Nieto en este trabajo de Eficiencia Informativa radica en el acomodo en un cuadrante de FODA. Este sistema que asigna, según la naturaleza de cada elemento, valores de FORTALEZA, OPORTUNIDAD, DEBILIDAD y AMENAZA, ubican a la primera característica como el valor en que los medios han encasillado la información del Presidente.
En cuanto a la presencia de EPN en medios electrónicos e impresos, medido por el valor comercial que tienen los espacios que se han ocupado de informar, hay una constante en estos tres primeros meses de la administración y es la de una exposición contenida, digamos de bajo perfil. Destaca la cobertura a la firma del Pacto por México en su primer fin de semana como Presidente y algún crecimiento en los días críticos por la explosión en la Torre B2 de Pemex.
¿Dónde se establecen las AMENAZAS? En los discursos que parten de una creencia, no probada, sobre el poder meta-legal del nuevo inquilino de Los Pinos para torcer todo a su favor y tapar rastros de inequidad o ilegalidad incluso, en la pasada contienda electoral. En los señalamientos de Human Rights Watch sobre desapariciones e incluso en la petición de acciones para recuperar el dinamismo y valor de la minería nacional.
Y finalmente aparece de acuerdo a esta metodología de análisis, que el renglón de DEBILIDADES queda vacío por el momento. Tres meses como rango para evaluar los primeros días de gobierno no son suficientes. Seguramente y de manera natural tendrán que aparecer eventos y circunstancias que hagan ver al Presidente ya no exento de tropiezos y fracasos.
No hay algo que al momento vincule su presencia en espacios electrónicos o impresos con la compra de tiempo y espacios. Ocurriría algo semejante si se le asignara ese valor comercial a la información recogida por los medios respecto al Jefe de Gobierno o a los partidos políticos o al Poder Legislativo.
Colocar uno o varios temas en la cobertura informativa de la televisión, radio e impresos depende de muchos factores, algunos fortuitos como la explosión en Pemex, la renuncia del papa Benedicto XVI, la muerte de Hugo Chávez e incluso, depende de lo que cada uno piense, hasta la captura de Elba Esther Gordillo. Pero el manejo, intención y diseño de la comunicación y el mensaje repercuten de forma tangible y están a la vista.
