Empleados del Vaticano instalaron hoy en el techo externo de la Capilla Sixtina la chimenea que anunciará la elección del nuevo Papa con la “fumata bianca”, el humo blanco generado con unos productos químicos especiales.

 

Poco después de las 11:00 hora local (10:00 GMT) comenzaron las operaciones de montaje, coordinadas por dos trabajadores.

 

Después del mediodía quedó instalado el tubo de cobre con un sombrero de metal en la parte superior, que ya se puede ver desde la Plaza de San Pedro.

 

En un recorrido la mañana de este sábado en el interior de la Capilla Sixtina, se pudo comprobar que en la parte izquierda del templo, casi en una de las esquinas, fue armada una gran estructura tipo andamio pintada de color dorado.

 

El arnés sostiene un largo tuvo de cobre que en su parte inferior tiene una división en forma de Y invertida, cuyas bocas se conectaron a dos estufas de hierro forjado color negro: una de forma cilíndrica y la otra rectangular.

 

En el Cónclave de 2005, del cual salió elegido Benedicto XVI, fueron usadas por primera vez las dos estufas tipo salamandra.

 

Una de ellas sirve para quemar sólo las papeletas con los votos de los cardenales y la otra para carbonizar los químicos que darán el color blanco al humo.

 

Según anunció el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, la primera “fumata” podrá verse ya el próximo martes 12 de marzo, fecha de inicio del Cónclave. Ese día los purpurados emitirán su primer sufragio por la tarde, luego de escuchar una meditación.

 

Cada día, a partir del miércoles y en tanto no sea elegido el Papa, están previstas dos “fumata”: una en torno al mediodía y la otra cerca de las 19:00 hora local. En estas se quemarán los votos de los dos escrutinios previos: los de la mañana y los de la tarde.

 

Pero puede ocurrir que el humo aparezca antes de lo previsto, por ejemplo a las 10:30 o a las 17:30. En estos casos se tratará de humo blanco, con toda probabilidad. Porque no existiendo la necesidad de más votaciones por la elección del pontífice, las papeletas se quemarán en ese momento.

 

La estufa más antigua de las dos fue utilizada por primera vez en el Cónclave de 1939, en el cual fue elegido Pío XII. Tiene forma cilíndrica, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro.

 

En la parte superior tiene talladas las fechas de las elecciones papales en las cuales fue utilizada. Además de 1939 también en 1958 (Juan XXIII), en 1963 (Pablo VI), las dos de 1978 (Juan Pablo I y Juan Pablo II) así como en 2005 (Benedicto XVI).

 

Casi ocho años atrás, tras la muerte de Karol Wojtyla, se decidió colocar un aparato auxiliar para la incineración de unos fumígenos químicos de diferente composición que dieran mayor claridad al color del humo, sea este blanco o negro.

 

El encendido de esta máquina es controlado por una computadora electrónica durante algunos minutos, equivalentes al tiempo de quemado de las papeletas en la otra estufa.

 

Las bocas de tiraje del humo de ambos confluyen en un único conducto que, desde el interior de la Capilla Sixtina, desemboca en el exterior. Para mejorar el tiraje, el tubo es calentado mediante resistencias eléctricas y está dotado de un ventilador de reserva.

 

La chimenea instalada este sábado será sometida a pruebas con humo de color amarillo (ni blanco ni negro), para no caer en el error de poder confundir a los visitantes en la Plaza de San Pedro.