El cónclave para elegir al nuevo papa ya tiene fecha: será el próximo martes 12 de marzo. Sin embargo, eso no significa que ese día se conocerá el nombre del nuevo pontífice.

 

La legislación apostólica contempla no sólo qué hacer en casos de empates, sino compra de votos y sanciones para los purpurados. Es un proceso tan estricto que hay hasta reglas para el tamaño y forma de las papeletas en donde casa cardenal escribe su voto.

 

En 24 HORAS te damos las claves del cónclave para que sigas la elección más secreta del mundo.

 

VATICAN

 

1. El nuevo papa necesitará dos tercios de los votos de los cardenales asistentes para ser elegido. Al ser 115, el elegido necesitará al menos 77 votos.

 

2. La Constitución Apostólica precisa que si se llega a una votación entre los dos más votados, estos no podrán participar y que si se perpetrara el delito de simonía (comprar los votos) todos los culpables serán excomulgados, pero el voto será válido.

 

3. También prevé que los cardenales electores deberán abstenerse de toda forma de pactos, acuerdos, promesas u otros compromisos de cualquier género que les puedan obligar a dar o negar el voto.

 

4. El cónclave comenzará en la tarde del próximo martes tras la misa solemne que se celebrará en la Basílica de San Pedro por la mañana, la llamada Misa votiva “Pro eligendo Papa”, a la que asistirán todos los fieles que lo deseen, así como el Cuerpo Diplomático.

 

5. Por la tarde, los cardenales se reunirán en la capilla Paulina y en procesión se dirigirán hacia la capilla Sixtina -que sigue siendo el lugar de los cónclaves- recitando las letanías y cantando el “Veni Creator Spiritus”, con el que invocarán la ayuda del Espíritu Santo.

 

 

 

6. Una vez dentro, se procederá al juramento, por el que se comprometerán a mantener el secreto de todo lo que se diga o haga.

 

7. En la tarde del 12 de marzo se hará la primera votación y en los días siguientes si la elección no ha tenido lugar se llevarán a cabo dos por la mañana y otras dos por la tarde.

 

8. Si después de tres días de escrutinios no hay resultados, las votaciones se suspendan durante un día para hacer una pausa de oración y coloquio entre los votantes.

 

9. Tras ese día de pausa volverán a celebrarse otros siete escrutinios y si se sigue sin elegir papa se efectuará otro descanso y se volverán a hacer otros siete escrutinios.

 

10. Si se sigue igual, habrá nueva pausa y, de nuevo, otras siete votaciones. Y así hasta el 33 o 34 escrutinio (dependiendo si el primer día se vota o no).

 

 

11. Las papeletas tienen forma rectangular y llevarán escritas en la mitad superior las palabras “eligo in summun pontificem“, mientras que la parte inferior estará en blanco para que se escriba allí el nombre del elegido.

 

12. Cada cardenal deberá escribir el nombre con una caligrafía lo más irreconocible posible y poner sólo uno, más harían el voto nulo.

 

13. Una vez escrito el nombre en la papeleta, cada cardenal llevará la suya, de forma bien visible, hasta la urna. Delante de los escrutadores pronunciará él juramento: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien en presencia de Dios, creo que debe ser elegido”.

 

14. Después colocará la papeleta en un plato y con éste la introducirá en la urna y luego volverá a su sitio. Si alguno de los cardenales electores no puede ir hasta el altar a llevar su papeleta, un escrutador se encargará de hacerlo, después de que el purpurado pronuncie la fórmula.

 

15. Una vez que todos los cardenales electores hayan introducido su papeleta se procede a contarlas. Si el número de las mismas no corresponde al de electores se procederá a quemarlas inmediatamente y se realizará una segunda votación.

 

16. Si todo está en orden, los escrutadores se sientan en una mesa colocada delante del altar. El primero toma una papeleta, la abre y mira el nombre del elegido y la pasa al segundo, que hace lo mismo y la pasa al tercero, el cual lee en voz alta e inteligible el nombre, para que todos puedan escucharlo y anotarlo.

 

17. Concluido el escrutinio, se suman los votos obtenidos por los diferentes nombres y se anota. El último escrutador que lee las papeletas las va perforando con una aguja en el punto donde aparece la palabra “eligo” y la inserta en un hilo. Al final se atan los extremos del hilo con un nudo y las papeletas así unidas se ponen en un recipiente o al lado de la mesa.

 

18. Si todo es correcto y antes de que los cardenales abandonen la Capilla Sixtina todas las papeletas serán quemadas. En caso negativo (fumata negra) habrá que volver a votar, si es positivo será “fumata blanca).

 

19. Una vez elegido, el cardenal decano -aunque en esta ocasión no será Angelo Sodano, ya que tiene 85 y no podrá entrar en la Sixtina, sino el cardenal Giovanni Battista Re- en nombre de todo el colegio pide su consentimiento al elegido con las palabras: “¿Aceptas tu elección canónica para Sumo Pontífice?”.

Dado el consentimiento se le pregunta cómo quiere ser llamado y después el Maestro de Ceremonias levanta acta.

 

20. Finalmente se anunciará al mundo con la fórmula: “Habemus Papam”.

 

 

 

Fotos. AP

Información de Agencias