Ubicado en el oeste de Caracas y enclavado en un cerro frente al Palacio de Gobierno, el “23 de enero” es un bastión con larga historia de combate y organización comunitaria.
Es en este barrio donde se encuentra el Cuartel de la Montaña Cipriano Castro, donde se refugió Hugo Chávez tras el fracaso del golpe de Estado que dirigió contra el Gobierno del entonces mandatario Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992. El cuartel, en donde se encuentra el Museo de la Revolución, será “la primera morada” en la que permanecerán los restos de presidente Hugo Chávez por tiempo indefinido.
La población que vive en este barrio está contenta con la llegada de Chávez. Elizabeth Torres tiene 30 años viviendo en la “23 de enero” y a pesar de su tristeza, se encuentra feliz por tener de “nuevo vecino” a Chávez. “Estará cerca de nosotros y nos cuidará; es lo mejor del mundo”.
“Tenemos un poco de dolor pero también satisfacción por el compañero Chávez porque lo vamos a tener aquí, orgullosos de tener a nuestro comandante ahí cuidando nuestra zona, porque un combatiente que desde arriba nos va a estar guiando, observando, cuidando”, dice Luis Mosqueda, vocero del Consejo El Arbolito de contraloría social”
Famoso por ser un barrio muy peligroso, es considerado como la vanguardia de la revolución bolivariana. Este lugar fue clave en los disturbios de 1989 conocidos como el Caracazo; también, desde ahí, un 4 de febrero el joven militar Hugo Chávez Frías encabezó un fallido Golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez. En 2002 esta zona se convirtió en un lugar de resistencia tras el intento de Golpe de Estado contra Hugo Chávez. “Lucha de rebelión y resistencia contra el capitalismo”, reza en una de sus paredes.
El “23 de enero” funciona con diversos colectivos que trabajan en conjunto con actividades de servicio comunitario, con grupos de seguridad y vigilancia armados. Aquí operan “El Arbolito”, “La Piedrita”, “Montaraz”, “Santa Rosa”, “La Piedad” y “Los Tupamaros”, entre otros, con una población que oscila entre 80 mil y 100 mil habitantes. En estas zonas se comenzaron a aplicar los programas sociales de Chávez que posteriormente fueron considerados como la vanguardia de la revolución bolivariana.
“Desde los 80 estamos en la lucha colectiva, antes de que llegara Chávez; aquí había mucha delincuencia, muchos narcotraficantes. Avanzamos mucho en la lucha con nuestros procesos revolucionarios y una vez que rescatamos esta zona nos agrupamos con las demás zonas hasta que llegó Chávez el 4 de febrero. La lucha siguió y sigue porque el comandante no ha muerto”.
El “23 de enero”, un barrio bautizado así para recordar el golpe de Estado de 1958 en el que fue derrocado el dictador Marcos Pérez Jiménez. Aquí existe una zona con 38 multifamiliares y cientos de pequeñas casas.