Los problemas que enfrenta Sempra en México y Estados Unidos por su planta de gas en Ensenada no han impactado negativamente en la compañía.

 

“Esto no le ha afectado. Como vemos, Sempra sigue siendo un inversionista muy importante en México”, dijo a 24 HORAS Miriam Grunstein, consejera internacional de Chadbourned and Parke, S.C.

 

Es un pleito que podría resolverse con dinero, pero se resolverá ante las autoridades, consideró la experta en casos de corrupción dentro del sector energético.

 

“Sí hay una política muy clara que me han trasmitido los directivos de Sempra, de que ellos no están dispuestos a dar dinero, entonces han decidido resolverlo por la vía jurídica y es muy difícil. Es muy difícil porque estamos hablando de un predio en una extensión de muchísimas hectáreas, entonces pues es una cuestión de las autoridades”, explicó.

 

“Es una batalla contra un interesado que claramente sólo quiere dinero”, agregó Grunstein, quien también es catedrática del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

 

Como informó este diario, Sempra Energy compró un terreno de 100 hectáreas en Ensenada, Baja California en 2006, con el fin de operar en ella la terminal de Energía Costa Azul.

 

El terreno fue pagado a los apoderados legales y familiares de Elodia Gómez Castañón, sin embargo, la compra fue denunciada por Eugenio Sánchez Ritchie, quien asegura que es su propiedad.

 

Contactada por 24 HORAS, Sempra Energy recordó que ha enfrentado una serie de juicios respecto al predio que reclama Sánchez Ritchie.

 

“Desde el año 2006, el señor Sánchez Ritchie inició una serie de litigios respecto a un predio propiedad de Sempra contiguo a la terminal de Energía Costa Azul buscando un lucro indebido y pretendiendo, sin éxito, influir en el resultado de los litigios mediante el tráfico de influencias”, contestó la empresa vía correo electrónico.

 

“Diversas autoridades mexicanas, tanto judiciales como administrativas, han revisado exhaustivamente los permisos y concesiones bajo los que opera Energía Costa Azul, concluyéndose en todo momento que los mismos fueron otorgados con estricto apego a la ley”, agregaron voceros de las empresa.

 

Uno de los sucesos más fuertes de esta batalla por territorio en contra de Sempra se vivió en febrero de 2011, cuando el presidente municipal de Ensenada Enrique Pelayo Torres ordenó clausurar la planta, por lo que la policía municipal tomó las instalaciones.

 

Sin embargo, el cierre de las instalaciones no duró mucho, ya que unas horas después llegaron siete oficiales del Ejército junto con 35 miembros de la tropa militar y cinco vehículos, con la orden de resguardar la empresa y retirar a los efectivos policiacos municipales.

 

El empresario José Susumo Azano Matsura financia a Sánchez Ritchie. Los recursos que inyectó y las conexiones políticas que movió el empresario en México y Estados Unidos despertaron la preocupación en Washington por la dualidad de buscar que Sempra parara sus operaciones en Ensenada y de mantener amplias relaciones con países del Medio Oriente.

 

El nombre de Azano Matsura fue mencionado por primera vez a mexicanos el año pasado. Por un lado, al ex presidente Calderón en sus reuniones privadas con el presidente Barack Obama, quien había sido alertado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de los riesgos en que se encontraba la economía de la costa oeste y la empresa estadunidense por los recursos que había inyectado este empresario al caso.