Un plan de austeridad para el estado de Tabasco que busca “superar la problemática financiera” que atraviesa la entidad, fue decretado por el gobernador Arturo Núñez.

 

Con este proyecto, el titular del ejecutivo estatal pretende reducir un 5%  los gastos de administración y como primera medida implementará un plan de despidos por retiro voluntario para empleados oficiales.

 

La disposición también ordena que se mantengan en su cifra actual los sueldos para el gobernador y los secretarios subsecretarios y directores de la administración estatal.

 

También implementan la reducción al mínimo de contratos de servicios profesionales de asesoría y representación legal, de forma que dichas tareas serán llevadas a cabo en medida de lo posible por los mismos empleados de las dependencia.

 

Las medidas de austeridad del gobierno tabasqueño se dan tras la detección de un faltante millonario en las arcas del gobierno y un endeudamiento de la administración por más de 17 mil millones de pesos supuestamente ocasionado por el exgobernador Andrés Granier Meló.