Finalmente fue presentada la reforma en telecomunicaciones por el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado por dirigentes y coordinadores parlamentarios de PRI, PAN, PRD y PVEM. Tras varias semanas de especulación y hermetismo, los representantes de las principales fuerzas políticas del país celebraron la iniciativa construida en el seno del Pacto por México y cuyo principal logro, coincidieron, será acabar con los monopolios y devolver al Estado su papel rector en materia de telecomunicaciones.

 

“Las concesiones que otorga el Estado a los particulares deben cumplir una condición elemental: servir al país. La reforma representa desafíos para las empresas del sector pero también les abre nuevas oportunidades. A partir de esta reforma tendrán posibilidades de crecer, pero para conseguirlo tendrán que invertir e innovar, mejorar sus tarifas y elevar la calidad de sus servicios”, señaló Peña.

 

El Presidente resaltó los avances de dicha iniciativa en cuanto al derecho ciudadano a la información, el rediseño institucional del sector y el fomento a la competencia económica, factores que permitirán acabar con la politización de un sector fundamental para el desarrollo del país.

 

“En plena congruencia con la evolución democrática del país, el Ejecutivo federal ya no será quien otorgue ni revoque las concesiones en materia de radiodifusión y telecomunicaciones. Como lo comprometí, las decisiones sobre cada concesión serán técnicas y no políticas”, agregó.

 

El optimismo impregnó los discursos de los líderes partidistas reunidos durante la ceremonia realizada en el Museo Tecnológico de Chapultepec.

 

Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN, aseguró que la reforma representa “una potente receta para romper las inercias, los tabúes, privilegios de quienes secuestran el desarrollo nacional a cambio de proteger intereses”. La esporádica sonrisa del chihuahuense contrastaba con el rostro endurecido de Ernesto Cordero, coordinador del blanquiazul en el Senado, mientras escuchaba las bondades de la reforma que no se pudo concretar durante la gestión del ex presidente Felipe Calderón, ante las presiones de los poderes fácticos.

 

Las palabras de los priistas utilizaron la ocasión para acentuar este hecho y marcar una diferencia respecto a los sexenios gobernados por el PAN.

 

“Vimos que pasaban muchas décadas en la construcción de un México moderno. Hoy podemos estar ciertos que a esta etapa en que el Presidente de la República junto con las principales fuerzas políticas suscriben acuerdos que benefician al país alrededor del Pacto por México, hay una gran diferencia, porque esta se centra en la seguridad de que estamos avanzando juntos”, apuntaba Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados.

 

En el mismo tono se pronunciaría César Camacho, líder nacional del PRI, quien calificó la iniciativa en telecomunicaciones de “emblemática, reivindicatoria e histórica”.

 

Por su parte, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, resaltaría la manera en que la reforma ayudará a combatir el “monopolio de la opinión pública” debido a que “se romperá la relación perversa entre medios de comunicación y el poder político”.

 

“Ya no habrá en la televisión, radio e internet publicidad engañosa, tramposa, mentirosa, ya no habrá propaganda electoral disfrazada de información”, apuntaba Zambrano en relación a la modificación del Artículo 6 constitucional, inciso B, numeral VI, el cual prohíbe la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa. Uno de los principales reclamos de la izquierda durante el proceso electoral de 2012.

 

A pesar de la notable ausencia de concesionarios, no tardaron en aparecer las primeras reacciones de la iniciativa privada. Bastaron apenas unos minutos de finalizado el acto para que el mensaje de Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa, empezara a circular entre quienes asistieron al encuentro.

 

“Ya se presentó la #ReformaTelecomunicaciones. Tiempo de grandes retos y también de oportunidades. Bienvenida la competencia”, refirió Azcárraga en su cuenta de Twitter, haciendo eco de las palabras de Peña, luego de que la caída en las acciones de Televisa y América Móvil, propiedad del empresario Carlos Slim, provocaran una jornada de pérdidas en la Bolsa Mexicana de Valores.

 

Rostros sonrientes inundaban el auditorio. La llamada “prueba de fuego” del Pacto por México parecía haber sido superada. Sin embargo, también empezaron a surgir las primeras dudas respecto de los métodos que se utilizarían para evitar la politización del nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones o los criterios que habrán de utilizarse para evitar que la propaganda se infiltre en el contenido informativo de los medios de comunicación.

 

Lo que sí quedaba claro, al menos para la diputada Purificación Carpinteyro, una de las principales involucradas en la redacción de la reforma por parte del PRD, es que las dos empresas gigantes del sector telecomunicaciones, Telmex y Televisa, iniciarán una nueva etapa en su disputa por el mercado de la televisión privada y la telefonía celular.

 

“La reforma les establece a los dos condiciones muy claras de cuáles son las nuevas reglas del juego. A Telmex establece la obligación de desagregación de su red para prestarla a todos, pero también le permite entrar a competir en el mercado de la televisión de paga, algo que había venido luchando por tanto tiempo. Eso va a obligar a los operadores de televisión, la mayoría propiedad de Televisa, a invertir en telecomunicaciones para competir con Telmex”, señalaba Carpinteyro.

 

“Vamos a ver a los gigantes competir entre sí; a los gallos de a de veras, desplumarse”, finalizó.