Hordas de fieles se encuentran en la Plaza de San Pedro, listas para recibir al nuevo papa cuando aparezca en el balcón de las Bendiciones de la Plaza de San Pedro. La plaza es un mar de paraguas, banderas y cánticos a las 20:00 hora local (13:00 horas de México).
Los elementos de seguridad del Vaticano, llamados gendarmes, vigilan a los que están dentro de la plaza, mientras que la policía italiana controla a la multitud afuera de las fronteras del Vaticano.
Los oficiales de ambos cuerpos policiales incluyen agentes vestidos como turistas que vigilan en busca de actitudes sospechosas.
Se instaló un hospital bajo una carpa cerca del Vaticano antes del inicio del cónclave.
Ha habido algunas pruebas para control de multitudes. La audiencia pública de Benedicto XVI atrajo 150,000 personas, una cantidad que rebasó la capacidad de la plaza.