Tras el nombramiento del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa, quien utilizará el nombre de Francisco, el Arzobispado de Puebla aseguró que la iglesia católica está más viva que nunca, así lo afirmó el vocero de la arquidiócesis de Puebla, Felipe Pozos Lorenzini, quien desmintió que el nombramiento represente una sacudida en el catolicismo.
Pozos Lorenzini celebró el nombramiento del primer papa latinoamericano y expresó que su formación jesuita habla de la universalidad de la iglesia católica, sin embargo aclaró que independientemente de la nacionalidad que sea, el pontífice debe servir a todo el mundo “el papa no es solamente para Roma, es obispo de Roma pero es para todo el mundo” señaló el sacerdote.
En torno a los rumores de un papa estricto por sus antecedentes conservadores en Argentina respecto a temas como el aborto y la homosexualidad, señaló que lo mismo se pensó de papas como Pio II y del papa Juan XXIII, quienes fueron catalogados por la historia como papas buenos y cercanos a la gente.
No pudo ocultar su sorpresa tras el nombramiento, y señaló que es una sorpresa compartida por toda la comunidad católica, sin embargo pidió el respaldo de los creyentes asegurando que los representantes de la iglesia hicieron la mejor elección “los cardenales lo que han hecho fue descubrir lo que hay en el corazón de Cristo” aseguró el vocero.
Explicó que el primer reto de Francisco será la nueva evangelización y resaltó el mensaje del nuevo pontífice en el que pide una oración por él “este gesto de humildad y sencillez. Antes de que pidan que su obispo los bendiga, pidan por su obispo” refirió.
Comentó que los momentos previos al nombramiento, los miembros de la iglesia en Puebla esperaron en un ambiente de oración y dijo que cuando se enteraron del humo blanco el arzobispado suspendió actividades. Finalmente, anunció que el próximo domingo el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza celebrará una misa el próximo domingo en la que brindara sus oraciones al nuevo papa y exhortará a los creyentes a inclinar su fe y apoyo a Francisco I.