BUENOS AIRES. La elección del Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, como el primer Pontífice latinoamericano tomó por sorpresa incluso a las tiendas de artículos santos de la capital argentina, que ante la falta de estampitas del nuevo Papa, agotaron las imágenes de San Francisco de Asís.
“No tenemos nada (del Papa Francisco) porque fue una sorpresa”, dijo hoy una de las dependientas del pequeño comercio de la Catedral de Buenos Aires, que rehusó identificarse.
“Tendríamos que haber tenido fe”, lamentó su compañera, quien explicó que desde que se conoció que el cardenal Jorge Bergoglio se había convertido en el Papa número 266 de la Iglesia Católica, “todo se volvió una locura”.
A falta de imágenes del nuevo Obispo de Roma, las decenas de feligreses que se acercaban hoy hasta la tienda optaban por San Francisco de Asís, el franciscano en el que podría haberse inspirado el Papa para elegir su nuevo nombre.
En pocas horas se agotaron todas las medallitas del santo y se vendieron centenares de estampitas suyas, hasta el punto de que hoy les quedaban tan sólo una veintena.
La imagen del pontífice Francisco no podía encontrarse tampoco en los puestos de los vendedores ambulantes situados en la céntrica Plaza de Mayo, frente al templo católico.
“Alguno nos ha preguntado si teníamos algo del Papa, pero por ahora no me han traído nada”, dijo José mostrando un puesto de promoción comercial de iconos argentinos, entre los que no faltaban Diego Armando Maradona ni Lionel Messi, a su juicio, “los otros dioses argentinos”.
El negocio se movió más rápido en Internet, donde una empresa tardó apenas unas horas en lanzar a la venta camisetas, tazas y llaveros con la imagen del papa Francisco.
“El Papa es argentino y vos tenés que tener su remera (camiseta)”, señala como reclamo publicitario la página de un popular sitio de venta online argentino que ofrece modelos para todos los gustos con precios que oscilan entre 5 pesos (1 dólar) y 80 (unos 16 dólares).
Los que quieran llevar al Papa en el bolsillo pueden optar por los llaveros, por sólo un dólar, con la imagen de Francisco y la bandera argentina.