BOGOTÁ. América Latina recibió con una mezcla de alegría, orgullo y esperanza la elección de uno de sus hijos, el argentino Jorge Mario Bergoglio, como nuevo Papa, el primero en más de dos mil años de historia de la Iglesia católica nacido en el llamado nuevo continente y el primer jesuita.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, le deseó al papa Francisco una “fructífera tarea pastoral, desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y la paz de la humanidad”.
Enrique Peña Nieto, presidente de México, confió en establecer una “relación cordial y cercana” con el nuevo Papa, al que saludó “con respeto y afecto”.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, al felicitar al papa Francisco, dijo que su visita fortalecerá “las tradiciones religiosas brasileñas” y reforzará “los lazos que unen a Brasil y al Vaticano”.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, envió sus “cordiales felicitaciones y mejores deseos para su Pontificado”.
“Por primera vez en la historia, tenemos un Papa latinoamericano, un Papa suramericano, un Papa cuya lengua materna es el español, un Papa argentino que se va a llamar Francisco. Enhorabuena”, dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, en campaña para las elecciones del 14 de abril, atribuyó al fallecido Hugo Chávez alguna influencia en la elección de un Papa suramericano.