De las pocas personas que pudieron tener un mayor contacto con el actual Papa Francisco, se encuentra la periodista y escritora argentina Olga Wornat, quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo a profundidad al escribir su libro “Nuestra Santa Madre, historia pública y privada de la iglesia católica” que fue publicado en 2002.

 

Los testimonios e investigaciones que recogió en su libro en torno a la iglesia católica argentina, y específicamente al involucramiento de religiosos con la dictadura militar (1976-1983), se encuentran íntimamente relacionados con la actual polémica en torno a la aparente colusión de Jorge Mario Bergoglio, el actual Papa, con la dictadura.

 

Defensora a ultranza de la investigación metódicamente sustentada Wornat escribió en uno de varios tweets a través de su cuenta personal: Yo escribí los testimonios de quienes lo odian y lo aman con el mismo fervor. No pongo las manos en el fuego x Bergoglio pero acepto info falsa.

 

Esto en referencia a la foto que circuló a través de las redes sociales en que se ve a un religioso (a quien se señaló como Bergoglio) dando la comunión  al ex dictador Jorge Rafael Videla, lo que afianzó la sospecha del vínculo entre los militares y Bergoglio.

 

En palabras de la periodista quien fue entrevistada por la emisora online Vorterix de Buenos Aires, “Ese no es Bergoglio primero que no da la edad. Esa foto fue lanzado pro Anonymous en twitter  a mí no me da credibilidad que un anónimo la lance (…) él no era cardenal él no era obispo en ese momento y estaba en una situación bastante complicada como para darle la comunión a Videla”

 

La supuesta relación con la dictadura parte del secuestro de dos jesuitas,  Francisco Yalics y Orlando Yorio quienes estaban bajo las órdenes de Bergoglio,  y que por hacer tareas sociales en barriadas de extrema pobreza con aparentes actividades que iban más allá de la misión evangelizadora fueron detenidos y recluidos por 5 meses, tiempo en el que fueron torturados.  El retiro de protección de Bergoglio y la sospecha de entregarlos ante las autoridades cundieron en la persona de Orlando Yorio, quien fue duro crítico y denunció a Bergoglio por quitarles la protección de la orden religiosa d elso jesuitas fue entrevistado pro al autora en Uruguay poco antes de la muerte de este en 2001.

 

“Él siempre lo hizo responsable y lo acuso a Bergoglio de haberlo dejado sólo tanto a él como a Yalics durante los años de la dictadura cuando ellos fueron secuestrados”.

 

Pese a ello Bergoglio siempre dijo que “les pidió que se fueran de ir porque a él le llegaban informaciones de que los iban a secuestrar los iban a asesinar y que lo hizo para protegerlos y que por eso se reunión en 2 ocasiones con macera y con Videla esto él nunca me lo negó pero me dijo que fue para intermediar por Yorio Yalics y otros sacerdotes perseguidos”

 

Francisco Yalics, otra de las piezas fundamentales dentro del drama, al parecer ha decidido evitar declarar sobre el tema desde su residencia en Alemania.

 

La escritora señala que Yalics “no quería hablar sobre el tema y que su postura aunque él respetaba a Yorio su postura era diferente y que ya se había reconciliado con Bergoglio( …)que habían hecho las paces y que él no quería volver a hablar de esa parte de su historia”.

 

La dificultad estriba en que no existen pruebas que le puedan incriminar, sin embargo tampoco en exonerar de ese oscuro pasado.

 

Después de entrevistar tanto a los que le quieren a Bergoglio por su sencillez, como por aquellos que el detestan, una cosa le queda clara a Wornat “no hay término medio con él”.