De mantener la actual brecha digital y la demanda exponencial de datos, México podría llegar a un punto en el que no pueda proveer servicios para los pobres ni espectro para los ricos, aseveró el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan.
“Distintos estudios advierten una demanda exponencial de datos que se multiplicará por cinco o seis al año 2015, tenemos frente a nosotros un verdadero problema, pues de seguir la misma ruta no habrá servicios para pobres, pero tampoco espectro que alcance para ricos”, alertó.
Al inaugurar el seminario regional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) sobre los aspectos económicos y financieros de las telecomunicaciones, el funcionario dijo que 80 por ciento de los hogares mexicanos gastan 1.7 por ciento del ingreso familiar en servicios de banda ancha.
Refirió que de acuerdo con un estudio de la firma Analysys Mason, cualquier precio que suponga un egreso familiar superior a 0.7 por ciento inhibe la universalización de servicios de banda ancha.
Enfatizó que el costo de oportunidad de no ampliar drásticamente la penetración de servicios de telecomunicaciones es incalculable ya que excluye a cientos de millones de personas sin la posibilidad de desarrollo.
“Disminuir la brecha que nos separa de países más desarrollados requiere de esfuerzos nacionales, recetas particulares a nuestros respectivos mercados, pero me atrevo a pensar que muchas de las soluciones a los problemas que enfrentamos vendrán también de iniciativas regionales y respuestas coordinadas”, resaltó.
Al no tener acceso a los servicios asociados a las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), dijo, las personas no pueden obtener más conocimiento mediante bibliotecas virtuales, cursos de capacitación, educación a distancia, derechos laborales o prevención de enfermedades.
“El daño es principalmente social, pero también económico. De ahí que una adecuada política impositiva que promueva inversiones o que asegure que la recaudación del sector regrese al sector debe formar parte de toda agenda regulatoria”, subrayó.
De Swaan enfatizó que con la iniciativa de reforma en telecomunicaciones presentada el pasado 11 de marzo al Congreso de la Unión, México vive un momento de posible transformación.
“Un momento crítico que podría ayudarnos a pasar de un país con enorme potencial, siempre incumplido, siempre rezagado, a uno que despegue cumpliendo las expectativas que de él se tienen en beneficio de sus consumidores y de quienes aún no lo son”, indicó.
Subrayó que detrás de la iniciativa propuesta se esconde un nuevo paradigma de las telecomunicaciones mexicanas, entendidas como una herramienta fundamental del crecimiento, la productividad y el desarrollo humano.