La embajadora de la Unión Europea en México, Marie-Anne Coninsx, estima que las relaciones serán mejores con el presidente Enrique Peña Nieto.
En entrevista con 24 HORAS, la diplomática de origen belga comentó que durante los últimos 12 años las negociaciones no avanzaron y será difícil mejorarlas si no se hacen las reformas, especialmente en el sector energético y en telecomunicaciones.
Asimismo, Coninsx explicó que estas reformas serán el motor de las negociaciones para ampliar el acuerdo comercial con México, uno de los más importantes de la Unión Europea.
La diplomática afirmó que Europa necesita a México y a América Latina tanto para los asuntos económicos como políticos.
Precisó que una alianza Unión Europea-América Latina tendría un peso político muy fuerte debido a que el conjunto de países de ambas regiones representa un tercio de los miembros de Naciones Unidas.
A pesar de que hay importantes problemas económicos y sociales dentro de la Unión Europea, especialmente en España, Grecia e Italia, la embajadora aseguró que ni la región ni el euro están en crisis, ya que durante el periodo más difícil las exportaciones e importaciones, así como su economía en general, siguieron creciendo.
Coninsx está actualmente terminando su mandato como embajadora en México, pero aunque dice estar triste de dejar nuestro país, se alegra que pueda continuar su trabajo en América, ya que ha sido asignada como embajadora de la UE en Canadá.
–¿Cómo fue su experiencia en México?
–Para mí fue una experiencia extraordinaria trabajar con un país emergente, pero lo importante es la gente. La gente es muy cálida y se interesa muchísimo en nuestras relaciones. Hay un buen contacto con el nuevo equipo del Presidente. Lamento mucho en este momento tener que irme debido a las buenas relaciones que tenemos y que siguen mejorando. Así es la vida diplomática.
–¿Cuál es el rol de México para la Unión Europea?
–México es un socio estratégico y es un país emergente con un peso económico bastante fuerte. La tendencia de las inversiones está a la alza. México es un mercado grande, con una mano de obra muy calificada y relativamente barata. Como los precios aumentan en China y la mano de obra está en el mismo nivel de competitividad que México, entonces los europeos prefieren venir a México que hacer comercio con China, donde el idioma y la cultura son totalmente diferentes.
–¿Y el de América Latina?
–En América Latina, las inversiones europeas son el doble o casi el triple que todas las que tenemos en China, Rusia e India juntas. No nos interesa solamente la economía, sino también el peso político. Si juntamos la Unión Europea y América Latina, representamos un tercio de los miembros de las Naciones Unidas. Si nos ponemos de acuerdo, seríamos un peso fuerte. Lo hemos visto con la posición de México en los temas del cambio climático, donde México es un motor para los países en desarrollo. Es el único país emergente que tiene una política estricta en ese sentido. Para nosotros es un aliado muy importante. América Latina también en muchos temas, ya que tenemos las mismas ideas para atacar los problemas globales en cuanto al cambio climático, al crimen organizado y terrorismo, así como a la crisis financiera. Hay que trabajar juntos.
–¿Qué cambios prevén en las relaciones entre la Unión Europea y México desde la elección de Enrique Peña Nieto?
–Quiero precisar que tuvimos excelentes relaciones durante el mandato de Felipe Calderón. Es justamente cuando él era presidente que creamos el pacto estratégico y es un plan de acciones muy ambicioso. No es una alianza estratégica solamente para el trabajo, hemos creado diálogos específicos en nuevos sectores. Eso hace de México algo muy especial porque es el único país con el cual tenemos un acuerdo global, el acuerdo más avanzado con un país tercero. Sin embargo, sentimos ahora que hay un nuevo momento. El Pacto por México es algo muy positivo y contribuye a crear este momento. Tuvimos la visita aquí en México del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, para encuentros bilaterales con Peña Nieto. Todo eso está visto de manera muy positiva.
–¿Qué opinión tiene sobre las reformas que están planeando hacer en México?
–Hemos visto que lo que dijo el Presidente no son solamente anuncios de una bonita política, sino que impulsó rápidamente las reformas, las cuales sabemos que van a ser muy difíciles, pero mostró que tiene la voluntad de hacerlas. Estamos muy optimistas que estas reformas se realizarán. Necesitaremos estas reformas para darle más contenido al acuerdo y para que haya más competitividad en los sectores como las telecomunicaciones, la energía, para así promover aún más las inversiones europeas que están creciendo en México de manera espectacular.
–¿Qué impacto podrían tener las reformas sobre las relaciones entre ambos países?
–Se necesita más competitividad en el sector de los servicios, las telecomunicaciones y en el de la energía. Tenemos cláusulas de revisión en el acuerdo de libre comercio actual en los sectores de los servicios, inversiones y agricultura. Durante los últimos 12 años tuvimos negociaciones que no avanzaron para nada y que son difíciles de mejorar, si del lado mexicano no se hacen las reformas. Para nosotros estas reformas son totalmente la llave, aunque en la situación actual las inversiones son buenas. Sin embargo, dará un boom o un potencial enorme porque hay una gran experiencia del lado europeo y una gran voluntad de los inversionistas europeos para invertir en estos sectores en México.
–¿La violencia fue un problema para la inversión de la Unión Europea en México?
–La seguridad y la violencia, si vemos los hechos, no afectan las inversiones, porque están creciendo. Sin embargo, existe una cierta preocupación. Hay regiones donde las empresas nos han dicho que la violencia les preocupa. Recientemente, mataron a un empresario belga en Acapulco. Hacía tiempo que estaba instalado acá. La imagen de México en Europa con estos hechos es negativa, pero al mismo tiempo estamos convencidos que México hace todos los esfuerzos para mejorar la situación.
–¿El hecho de que violaron recientemente a seis españolas en Acapulco debe haber afectado también el turismo europeo?
–Efectivamente. Acapulco ya tenía problemas desde hace tiempo, pero el turismo europeo en general en México no fue afectado. Se sabe rápidamente cuando hay un problema. No es la Unión Europea la que emite las alertas turísticas, pero sí los países miembros. Vemos que hay un crecimiento del turismo en otras partes del país. Sin embargo, es muy claro que Acapulco tiene un problema.
–¿Hacia dónde va Europa con la difícil situación económica actual y las medidas de austeridad que provocaron numerosas protestas en varios países?
–Es verdad que Europa está viviendo un momento difícil del lado económico, pero son ciertos países que están en un periodo difícil. No podemos generalizar. Hay países como Alemania que tienen una fuerza económica increíble y una tasa de desempleo muy baja, como en Baviera. No se puede generalizar, pero sí hay problemas de deudas y económicos en ciertos países como España, Italia y Grecia. Irlanda ya está saliendo fuertemente de esta situación. También está el problema del desempleo, especialmente en España, con una tasa de desempleo de los jóvenes que está muy preocupante.
“No obstante, creo que Europa ha adoptado ya desde hace dos años medidas muy fuertes, medidas que sin esta difícil situación hubieran tal vez necesitado 10 años para realizarse. Son medidas para aumentar el crecimiento y el empleo y que implican más a Europa junta, es decir, que pedimos la colaboración de todos”.
–México y Ecuador, entre otros, ofrecieron su ayuda a España y muchos portugueses se están yendo a Brasil o a países africanos debido a los problemas económicos que hay actualmente. ¿Estamos asistiendo a una nueva era de la migración internacional?
–No creo. No es fenómeno nuevo que haya gente de todos lados que van a trabajar en otras regiones. Soy de Bélgica y de una región donde hay minas. En los años 50, era normal ver a portugueses, españoles, polacos o alemanes venir a trabajar en las minas. Creo que es algo muy normal porque hay una falta de mano de obra en ciertos sectores como la salud y los servicios sociales. Estamos en un mundo globalizado y creo que todo se pone en orden debido a la situación económica y a las necesidades de cada país.