El aseguramiento de los Monstruos, vehículos blindados artesanalmente por la delincuencia organizada, así como el desmantelamiento de los narcotalleres, donde son fabricados, ha ido en aumento en los últimos años.
De acuerdo con registros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de enero de 2010 a enero de 2013 han sido asegurados 60 vehículos de este tipo -entre camiones y camionetas-, 49 de los cuales fueron descubiertos en municipios de Tamaulipas.
La diferencia entre los Monstruos y los autos compactos blindados, radica en el peso del blindaje y los aditamentos instalados. En 2011, en Reynosa, Tamaulipas, militares aseguraron un camión blindado de más 30 toneladas de peso, cubierto con gruesas capas de acero y sus defensas reforzadas con rieles de ferrocarril.
Los Monstruos del narcotráfico, llamados así porque suelen desplazarse de noche por los caminos de terracería alumbrados sólo con los faros delanteros que asemejan ojos siniestros, circulan ruidosamente por las rutas del trasiego de droga en la frontera con Estados Unidos, en el caso de Tamaulipas.
Estas unidades, utilizadas para interceptar víctimas y romper barreras vehiculares, son catalogadas por las Fuerzas Armadas como vehículos artesanales artillados.
Uno de esos monstruos fue utilizado, de acuerdo con autoridades federales, para emboscar, en junio de 2010, al candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú.
La tendencia en la fabricación de este tipo de vehículos por parte del crimen organizado tiene como finalidad el resguardar los cargamentos de droga, así como resistir los embates de las fuerzas de seguridad cuando se suscita algún enfrentamiento, y contra los ataques de grupos antagónicos, para lo cual se les adicionan mirillas y escotillas para que los sicarios disparen desde el interior.
La mayoría de este tipo de vehículos están fabricados con placas de acero de al menos una pulgada, capaces de resistir los impactos de calibres de armas cortas y algunos fusiles de asalto; en algunos casos, la defensa del vehículo es modificada para terminar en forma de punta con el fin de derribar obstáculos o embestir otra unidad.
Con una tendencia que iniciara en marzo de 2010, según informes de la Sedena, la ciudad de Reynosa y Nueva Ciudad Guerrero son los municipios tamaulipecos que se ubican a la cabeza con el mayor número de aseguramientos de estas unidades, con 14 y 17 vehículos, respectivamente.
Mientras que el aseguramiento en otras partes del estado fue de Ciudad Miguel Alemán (8), Matamoros (2), Camargo (2) y Ciudad Gustavo Díaz Ordaz (2). Nuevo Laredo, Nuevo Padilla, Río Bravo y Ciudad Mier registraron un decomiso.
Después de Tamaulipas como el mayor productor de vehículos blindados asegurados, le siguen los municipios de Jalisco: San Cristóbal de la Barranca y Ojuelos, con 4 y 1 unidad, respectivamente.
Coahuila está el tercer lugar de aseguramientos, con Monclova (dos unidades) y Ciudad Acuña y Progreso (con 1 vehículo cada uno).
Mientras que el municipio de Teúl de González Ortega, en Zacatecas, registró dos unidades aseguradas.
Tan sólo, el pasado 22 de enero de este año, en la ciudad de Reynosa, militares de la Octava Zona Militar reportaron el aseguramiento de cuatro camionetas blindadas artesanalmente, además de 7.5 toneladas de mariguana.
En julio de 2011, también en Reynosa, tras recorridos de vigilancia en las calles de la colonia Riveras del Rancho Grande, los efectivos castrenses descubrieron una bodega la cual era custodiada por dos civiles armados, quienes a notar la presencia militar huyeron dejando libre acceso al inmueble.
En el lugar, los militares hallaron maquinaria y equipo, como plantas para soldar, gatos y prensas hidráulicas, parabrisas y medallones blindados, vidrios de diferentes tamaños blindados, compresores de aire y un purificador de aire, entre otros objetos para realizar el blindaje artesanal de sus camionetas y camiones.
Monstruos decomisados por la Sedena de 2010 a 2013
Tamaulipas 49
Jalisco 5
Coahuila 4
Zacatecas 2
Año Monstruos asegurados
2010 8
2011 41
2012 8
2013 3
DATO
32,190 vehículos fueron confiscados en el sexenio anterior por parte de la Sedena