NICOSIA. Chipre vivió su cuarto día de pesadilla, después del acuerdo adoptado en la madrugada del pasado sábado por el Eurogrupo la imposición de una tasa extraordinaria a todos los depósitos privados de este país mediterráneo.

 

Ayer el Parlamento chipriota rechazó por amplia mayoría ese impuesto a los depósitos privados, pese a que el Gobierno había presentado una versión suavizada, que dejaba exentos los ahorros inferiores a los 20 mil euros.

 

La decisión del Eurogrupo despertó la indignación no sólo de los nativos de Chipre, sino también de los residentes extranjeros, pues actualmente no tienen acceso a sus cuentas bancarias más que a través de cajeros automáticos.

 

“Siete años trabajando, sin vacaciones, sin caprichos, una vida casi austera por un futuro mejor fuera de mi país, para tener ahorros por lo que pueda pasar, para que ahora nos lo quiten de la noche a la mañana”, dijo Ruth Toribio, una española que vive en Chipre.

 

“Otros viven la vida, invierten nuestro dinero, pierden y nosotros tenemos que pagar el pato. Es los más injusto que uno se pueda imaginar”, agregó indignada.

 

En las calles de Nicosia, la gente se mueve con cautela a la hora de hacer compras ante el peligro de quedarse sin dinero, ya que los bancos se mantendrán cerrados al menos hasta el jueves.

 

“Hoy es martes, pero como si fuera domingo. Así nos dicen los bancos, a la vista de que el Banco Central declaró el martes y el miércoles días festivos” para las entidades, declaró Doros Theodoru, propietario de una tienda de ropa.

 

Se trata, añadió el comerciante, de “los peores días en los veinte años que hago este trabajo. No podemos comprar a crédito a los proveedores en el extranjero. La psicología del mercado ha muerto porque somos un país importador”.

 

“Es evidente que esto ha sido una imposición. Tenemos que encontrar otras alternativas”, indicó por su parte Jristos Yeorgiu, electricista de 47 años, quien opinó que los “socios europeos de Chipre se han comportado con oportunismo”.

 

“Si tienen que quitarnos algo que lo hagan. Mejor aprobarlo y que nos quiten lo que nos tienen que quitar de una vez y basta, en lugar de recortar salarios, algo que continuará de lo contrario por muchos años”, dijo antes de la votación parlamentaria Miriam Kiru, de 26 años, que trabaja en un organismo estatal.

 

Mostró su preocupación por el futuro de su empleo, en caso de que se lleven a cabo las privatizaciones previstas.

 

“Las compañías, en particular las rusas, alquilan pisos, sus empleados comen en nuestros restaurantes y compran en nuestras tiendas. Otros países tienen otras fuentes de ingresos, nosotros tenemos esto”, insistió la joven.

 

Portugal no teme contagio de corralito

 

LISBOA y FRÁNCFORT. El ministro de Finanzas de Portugal, Vítor Gaspar, excluyó el escenario en el que se aplique un impuesto a los ahorradores lusos, como se ha propuesto para Chipre, y recordó que la medida diseñada por el Eurogrupo para la pequeña isla respondía a necesidades específicas.

 

“En Portugal, una medida como una contribución sobre los depósitos está totalmente descartada, lo mismo puede afirmarse para los países de fuera del euro”, dijo Gaspar durante una comparecencia parlamentaria.

 

Las declaraciones del ministro coinciden con la opinión expresada el lunes por el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, quien aseguró que el sistema bancario luso es de “los más estables y capitalizados” de la UE.

 

Según Gaspar, lo acordado por los ministros de Finanzas de la zona euro para salvar a Chipre de la bancarrota se produjo “en un contexto particular”, pues se trata de un país con un “sistema bancario sobredimensionado, con un peso elevado de aplicaciones financieras de no residentes y con la necesidad de capitalización muy considerables”.

 

“Chipre habría afrontado escenarios con costos todavía más elevados para los depositantes”, señaló el ministro.

 

Sobre el mismo tema, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) instaron a las autoridades de Chipre a cumplir los compromisos adquiridos y apoyaron la decisión de aplicar un impuesto progresivo a los depósitos para proteger a los pequeños ahorradores.

 

El BCE considera que “son las autoridades chipriotas las que deben decidir cómo se va a financiar el programa para asegurar” los 5 mil 800 millones de euros que Chipre debe de aportar al rescate.

 

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que “las autoridades de Chipre tienen que cumplir los compromisos adquiridos” y que el FMI apoya la intención de Nicosia de aplicar un impuesto progresivo a los depósitos.

 

En su intervención en una conferencia sobre el futuro de la Unión Monetaria Europea en Fráncfort, Lagarde señaló que el sector bancario de Chipre debe llevar a cabo una reestructuración apropiada.

 

El Gobierno alemán también apoya la reducción drástica del sector bancario de Chipre y considera que los bancos chipriotas deben alcanzar el nivel medio de la Unión Europea (UE) hasta 2018.

 

Las autoridades de Chipre tendrán el apoyo total del FMI en la implementación del impuesto progresivo sobre los depósitos.