FOTO: Sergio Torres
Canchas de juego de pelota, edificaciones denominadas “balcones” y un área habitacional de más de mil años de antigüedad fueron descubiertas en la zona arqueológica de El Tajín, gracias al uso de tecnologías innovadoras, aplicadas por primera vez en México en lugares prehispánicos.
Se trata de herramientas basadas en la combinación de sensores remotos y teledetección, que también permitieron determinar que las antiguas edificaciones están en buen estado, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los vestigios detectados están ocultos por la vegetación y sedimentos y la función que tuvieron será corroborada con excavaciones arqueológicas en el sitio que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La investigadora de la zona de El Tajín y especialista en Sistemas de Información Geográfica y Sensores Remotos, Guadalupe Zetina Gutiérrez explicó que son tres las canchas de juego de pelota que recientemente se encontraron, por lo que ya suman 20 edificaciones de este tipo en el área y podrían ser aún más.
Todos los juegos de pelota que hay en el sitio son diferentes en dimensiones y características, en los tres nuevos se han podido determinar elementos con una precisión de hasta cinco centímetros, gracias a la tecnología que se utilizó para la exploración.
En cuanto a las estructuras determinadas como “balcones”, de las que no se tenía conocimiento, son plataformas entre 10 y 15 metros de base y de 10 a 12 metros de altura, ubicados en partes altas de la antigua ciudad, en puntos estratégicos de la parte norte del lugar, un área que no ha sido explorada, describió.
Hasta el momento se ha determinado la existencia de dos estructuras más, aunque el número de estas podría aumentar, por ahora se estudian sus características a través de modelos digitales en tercera dimensión, y será con excavaciones como se podrá determinar el uso que tuvieron.
A través del uso de la tecnología de punta, también se han localizado áreas habitacionales en la parte occidental del núcleo de El Tajín, espacios en cuya arquitectura se ve que hubo gran inversión de tiempo, trabajo y materiales que, por sus dimensiones y características, probablemente fueron habitadas por familias extensas.
Dichas áreas están ubicadas en pequeños lomeríos, lo que refiere cómo aprovecharon estos espacios altos para construir sus casas, toda vez que el área está formada por terrenos bajos inundables.
Sobre la tecnología utilizada en la investigación arqueológica, mencionó que esta combina tres técnicas juntas, siendo los pioneros en México en aplicar esta metodología; la primera es la ortofotogrametría, fotos aéreas georreferenciadas y sin error de curvatura de la Tierra.
Después, el LiDAR o escáner láser, para detectar elementos y generar imágenes digitales y finalmente la termografía o cámara térmica, para conocer etapas constructivas o grietas dentro de los edificios, gracias a este último se puedo determinar el estado de los monumentos descubiertos.
Zetina destacó que esta tecnología no sólo ha servido para hacer un levantamiento tridimensional de la poligonal de protección de El Tajín, y un inventario de la estructuras que hay, también es aplicable en la conservación, porque permite efectuar un monitoreo preciso del sitio y así implementar políticas para su preservación.
Entre las ventajas destaca la exploración en áreas de difícil acceso y obtener mapas en 3D de alta precisión, facilitando el inventario y registro de monumentos; permite articular visualmente imágenes satelitales y digitales en capas de información, las cuales se pueden montar y desmontar, hacer comparaciones, y así precisar la ubicación exacta de las estructuras y sus características.