Inseguridad, giros negros por doquier, virtuales toques de queda, lucha cruenta contra el narcotráfico… En un viaje relámpago a esta vapuleada ciudad para platicar en exclusiva con Tal Ben-Sahar, líder de la psicología positiva y autor del best seller “Happier and Being Happy”, traducido a más de 25 idiomas, mi mente se revolvió en su búsqueda por encontrar la coherencia entre el sentir y el hacer.

 

De entrada, la premisa de ser feliz se escucha bien, sin embargo, voy a mi entrevista con la cabeza fría pues la tesis no es nueva y ya ha sido muy manoseada por ciertas corrientes de autoayuda o del new age ochentero que la vulgarizaron en su momento.

 

En mi cabeza llevo ciertas cifras que advierten de un alto nivel de insatisfacción de los mexicanos con sus afectos: de acuerdo con una encuesta realizada por la organización Imagina México, en 100 de los dos mil 753 municipios, 25 % de los encuestados (la cifra más alta) dijo estar feliz con su familia, mientras que 16% estaba satisfecho con la “cuestión afectiva”.

 

Bajo ese entorno, acudo a una plática con Tal Ben-Sahar, un estadunidense-israelí que no llega a los 45 años, que se sienta frente a mío, me mira y espera pacientemente, que sus respuestas documenten mi optimismo.

 

¿Qué es eso de la ciencia de la felicidad? ¿Esa fórmula que presume generar mejores empleados y que permite a los CEO tomar deciciones más asertivas sin cargos de consciencia?