El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, admitió que la inseguridad que padece el país ha repercutido “severamente” en la actividad turística de México, pero no sólo a nivel nacional, sino también en el mundo.
“Es indudable que la delincuencia y la violencia han afectado severamente a la actividad turística en nuestro país; la inseguridad pública y la percepción sobre este problema, tanto a nivel nacional como en el exterior son el factor más adverso, (son) la variable más crítica que afronta este sector”, sugirió en su reporte semanal denominado “La Voz del CCE”.
Por ello consideró que es necesario presentar la información sobre la realidad del sector turístico con objetividad, responder con equilibrio en el mensaje y especificar las garantías que se ofrecen a los turistas, pero sobre todo con acciones concretas.
En ese sentido respaldó el cambio de enfoque de la Secretaría de Turismo en la manera de abordar la situación, reconociéndola de entrada por sus efectos y la forma que compromete el potencial de desarrollo turístico.
Esta política, dijo, ayuda a tener claridad en cuanto a las acciones necesarias para resolver problemas y obstáculos, criterio que debe regir la planeación y el trabajo en equipo entre los tres órdenes de gobierno y la iniciativa privada, que esperamos se fortalezca con programas transexenales como el Acuerdo Nacional por el Turismo.
Además calificó como positivo el anuncio de que se realizará un diagnóstico de 30 destinos del país para verificar en qué condiciones se encuentran.
Asimismo se pronunció por emprender las acciones necesarias para recuperar terreno en materia turística y que México se sitúe entre las cinco mayores potencias en el ramo a nivel mundial en una década.
“Hay que revertir el rezago en aquello que hemos dejado de hacer o que hemos hecho mal, mientras que otros países avanzan con rapidez y crecen con más dinamismo que nosotros”, señaló.
La disyuntiva, abundó, es recuperar la posición o correr el riesgo de descender en la posición mundial, lo que es una amenaza real, toda vez que el crecimiento del sector ha sido más bien lento desde la crisis económica y la contingencia sanitaria de 2009, con el agravante del tema de la inseguridad y su efecto en la imagen de México en el mundo.