La cooperación entre México y Estados Unidos en seguridad y lucha contra el crimen organizado plasmada en la Iniciativa Mérida tomará un nuevo rumbo en los próximos meses.

 

De acuerdo a un Informe de Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2013 del Departamento de Estado norteamericano, se le dará mayor prioridad al refuerzo de las instituciones y del Estado de derecho mexicano que a las transferencias de equipos militares.

 

En dicho informe, se establece que “los futuros esfuerzos bilaterales deben enfatizar el fortalecimiento de las instituciones mexicanas”, de forma que “las reformas del sector de la justicia, la reducción en la demanda de drogas y la cultura de la legalidad jueguen un mayor papel”.

 

Así mismo, se advierte que “la corrupción permanece como el principal impedimento a los esfuerzos de México contra el narcotráfico”.

 

La Iniciativa Mérida entró en vigor en 2008 bajo la presidencia de George W. Bush y tuvo por fundamento la asunción de los dos países de una “responsabilidad compartida” ante la amenaza del narcotráfico, para lo que el Congreso de EU aprobó un fondo de ayuda de mil 400 millones de dólares para tres años, de los que en septiembre de 2012 habían llegado a su destino mil 100, es decir, el 70% del total.