Carla Hills, negociadora en jefe de Estados Unidos durante la creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, considera que el acuerdo ya quedó rebasado en diversos temas, como internet o telecomunicaciones.
Dijo que el acuerdo que firmó su país, Canadá y México necesita cambios para que haya más competitividad, pero no renegociarse.
“Recomiendo no reabrirlo porque el tema es una papa caliente en el entorno político de EU; sin embargo, podremos perfeccionarlo dentro del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), donde estarán los tres países involucrados”, dijo a 24 HORAS.
El 12 de agosto de 1992, el secretario de Comercio y Fomento Industrial de México, Jaime Serra; el ministro de Industria, Ciencia y Tecnología y Comercio Internacional de Canadá, Michael Wilson, y la representante comercial de Estados Unidos, concluyeron las negociaciones del TLC. El 1 de enero de 1994 entró en vigor.
Hills, quien fue representante comercial de Estados Unidos entre 1989 y 1993, durante la presidencia de George H. W. Bush, en los últimos 25 años ha estado en el consejo de administración de diversas compañías, como JP Morgan y Rolls Royce.
La semana pasada, la actual CEO de Hills & Company, estuvo presente en la cumbre económica que Bloomberg organizó en la Ciudad de México.
Cuestionada por 24 HORAS sobre la posibilidad de reabrir las negociaciones del TLCAN debido a las reformas estructurales que está planteando el gobierno mexicano, la ex funcionaria señaló que es necesario que los líderes políticos de Canadá, Estados Unidos y México trabajen juntos para lograr un acuerdo entre América del Norte y la Unión Europea.
“Recomiendo a nuestros tres líderes que discutan un acuerdo entre el TCLAN y la Unión Europea, que representaría más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y daría un buen ejemplo al resto del mundo. Provocaría que el resto del mundo piense más en serio en la liberalización económica y competitividad”, afirmó.
También aseguró que el crimen organizado es un tema que afecta ambos lados de la frontera, por lo que considera que las dos naciones deben colaborar para enfrentar este problema.
“Estamos muy interesados por México, económicamente hablando. Obviamente, México tiene un problema de seguridad, igual que otros países, por cierto, y queremos colaborar para intentar solucionar el tema de la seguridad. El crimen organizado no es una buena fotografía y tenemos este problema en Estados Unidos. Seguimos teniendo crímenes en Estados Unidos y creo que debemos trabajar juntos para tomar medidas para hacer la vida difícil al crimen organizado”, concluyó