LA HABANA. El cardenal cubano Jaime Ortega reveló en La Habana un manuscrito con las palabras pronunciadas sobre la misión de la Iglesia por Jorge Bergoglio en una sesión antes del cónclave que lo eligió papa, y que pudo haber decidido el voto de los cardenales.
El manuscrito fue entregado “en exclusiva” a Ortega por Bergoglio antes de ser elegido como el papa Francisco, y el pensamiento que contiene “pudo haber guiado la selección de los cardenales” el pasado 13 de marzo, según divulgó hoy la revista de la Iglesia católica cubana Palabra Nueva.
De acuerdo con esa fuente, el arzobispo de La Habana pidió a Bergoglio una copia de su intervención en la congregación general de cardenales previa al cónclave, para conservarla “por coincidir” con su pensamiento sobre la Iglesia.
El entonces cardenal primado de Argentina negó tener una copia de sus palabras pero al día siguiente entregó a Ortega el texto escrito de su puño y letra y autorizó su difusión.
La web de Palabra Nueva precisa que en un encuentro posterior en el Vaticano entre el cardenal cubano y el ya electo papa Francisco éste “ratificó su autorización para la difusión del texto, cuyo original guarda (…) Ortega como un tesoro especial de la Iglesia y un recuerdo privilegiado del actual Sumo Pontífice”.
El manuscrito de cuatro puntos, que se puede leer en el sitio digital de la revista católica, insiste en que la evangelización “es la razón de ser de la Iglesia” que “está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias”.
En su valoración sobre las características que debía tener el nuevo pontífice, Bergoglio consideró que debía ser “un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales”.
“Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma (…) Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico”, aseveró.
Asimismo resaltó que hay dos imágenes de la Iglesia: “la Iglesia evangelizadora que sale de sí (…) o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí”.
“Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que hacer para la salvación de las almas”, añadió Bergoglio.